Amor Prohibido

2. El Instituto Álamo

Me bañé, me vestí con el feo uniforme, agarré mi patineta y salí de casa hacia el Instituto.

Al llegar ellas estaban allí, mis cuatro y únicas amigas, cómo las quiero... son personas que nunca serían malas conmigo, no lo pongo en duda ya que cuando estaba un poco más pequeña entre los diez y once años era víctima del acoso escolar en el antiguo instituto, ¿te deja marcada esa experiencia? sí, por eso estoy en contra de aunque sea tocarle el pelo a una pequeña niña, no quisiera arruinarle la vida o la niñez, ya que eso fue lo que ellos provocaron en mí.

-¡Hola a todas!- pronuncié dando mi mejor sonrisa y sacando de mi mente ese recuerdo que me entristece.

-¡Feliz Cumpleaños!- gritaron al unísono.

Eché una risita, tapando mi cara con las manos.

-Gabriela, te quiero mucho, felicidades- habló Anabella- te compre algo, espero que te guste.

De Anabella me espero lo que sea, LO QUE SEA.

¿Me están escuchando? LO QUE SEA.

-¡OH POR DIOS, OH POR DIOS!-dije al borde de las lágrimas de emoción-¿Cómo conseguiste algo así para mi? ¡Anabella, muchas gracias!-dije dejando la envoltura a un lado y abrazando mi regalo, luego la abracé a ella.

El peluche tamaño mediano de zombie que tanto había querido.

-¿Disculpe señorita Bonnet?- joder, George-. ¿Qué es lo que acaba de decir?

George es el director de El Instituto Álamo donde estudio, no lo soporto, mejor dicho nadie lo soporta, se ha burlado de nosotros dando falsas esperanzas de que abandonará el cargo y se jubilará, pero no, no quiere irse al parecer.

Lo detesto, Anabella y Heidi lo saben, cualquier cosa puedo decir en su presencia y no estaría en lo absoluto preocupada.

-Buenos días director- sonreí hacia él.

Dirigí la mirada hacia mi morena amiga Heidi la cual me asesinaba con la mirada, sabía que diría algo irrespetuoso y ¿cómo no decirlo? El hombre que tengo en frente de mí espera una respuesta.

-Estaba expresando lo muy encantada que me ha dejado mi amiga Anabella con su obsequio de cumpleaños- le mostré mi peluche y continué -estoy cumpliendo dieciséis años, director. ¿Qué edad tiene usted?- pregunté

Sol se atragantó con el jugo de fresa y empezó a toser mientras Wanda le daba toques en la espalda. Heidi ligeramente me piso y Anabella intervino posicionándose delante de mí.

-Ella lo pregunta por que se ve muy joven, director. Ya sabe..-tragó duramente- es usted un gran director y maestro, es apuesto, no entiendo como su mujer lo dejó, se ve.. -no pudo seguir hablando, y se inclinó un poco.
Parecía que iba a vomitar.

-¿Se encuentra bien señorita Park?-preguntó preocupado, el director George, inclinándose igual que Anabella.

-Ella está bien director, sobre su edad..-escuché un resoplido de Heidi- el año pasado anunció su jubilación ¿es eso cierto?-pregunté.

-Señorita Bonnet eso es verdad, sin embargo ¿por qué la pregunta?- dijo prestando mucha atención, al igual que las chicas.

-Bueno, sólo por curiosidad. ¿Por qué no se fue del Instituto?, siempre tiene una excusa- me miro sorprendido y a la vez enojado.

Eso es; enójate viejo gruñón.

-¿Está usted reclamándome algo a mí?- preguntó y sólo lo mire con una pequeña sonrisa- eso no es de su incumbencia, señorita.

-¿Alguien puede buscarme una bolsa?- dijo Anabella mareada, Sol se fue con ella al baño.

-¿Es que usted no entiende que aquí nadie lo quiere?- pregunté claramente fastidiada.

El director levantó su poblada ceja derecha y sacó una libreta de su bolsillo. Oh joder, no por favor.

-Director, señor, discúlpela- intervino Heidi, George terminó de escribir en el papel y me miró.

-Tenga dos días en castigo-estiró el papel hacia mí-, el Instituto Álamo es mi vida señorita Gabriela, y esto.. -alzó el papel- es por faltar el respeto a un maestro, nos vemos después de clases en la sala de castigo- dijo aún con el papel en la mano.

-Aja, gracias- tomé el papel, puse los ojos en blanco y se fue.

-¿En serio Gabriela?-preguntó Heidi-, dos horas perdidas de tu cumpleaños por estar de bocona- dijo molesta.

-Oye tranquila lo más probable es que me deje salir antes, aquí nadie va a la sala de castigo- solté una carcajada-, sólo estaré yo.

¿Verdad?...

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Espero sus votos y comentarios!

Mucho amor, para ti que lees esto, Asdfghjklñ.

-M★