Amor Prohibido

9. Te quiero

Edward se dio vuelta, dejando a la vista sólo su formada espalda, tenía la cabeza baja, como si estuviera realmente afectado, me preocupé, por lo cual fruncí ligeramente el ceño, dejando de agarrar la mano de Jared, pensando en ¿Qué podría pasarle? ¿Por qué está así?.

Jared despegó sus ojos de mí para mirar en la misma dirección, hacia Edward

-¿Es tu novio?- escupió de repente haciéndome voltear a mirarlo.

Sus labios estaban en una fina línea y sus ojos pedían una respuesta.

-No, no lo es- respondí pensativa.
Jared sólo me miraba y yo a él; la situación ya me parecía un poco incómoda, por lo que me pareció mejor despedirme de él e ir por Andy.

-Eh.. creo que es mejor que me vaya.

Dije desviando la mirada de esos ojos tan intensos y dándome vuelta comenzando a caminar, jamás volveré a pisar este lugar.

-¡Espera!- gritó, por lo que paré en seco y giré, pero no era Jared, era Edward.

-Adiós Jared, muchas gracias de nuevo- dije apurada viendo como Edward corría desde aquella esquina de la tienda.

-Adiós linda- dijo, me sonrojé y me fui caminando lo más rápido que pude.

-¡Gabriela, detente!- gritó a lo lejos el mismo chico de ojos color avellana que tanto amo.

Apresuré más el paso, no quiero que me hable, no ahora.

-¡Gabriela!- gritó Andy a lo lejos la cual agitaba su mano, dándome una señal de que estaba allí, levanté mi mano y la saludé, y corrí hacia la mesa, Edward quedó atrás, me perdió de vista al pasar en medio de un gran grupo de personas.

-¿Dónde estuviste?- preguntó cuando llegué.

Me senté y suspiré.

-En una maldita pesadilla, creo.

-¿Qué pasó?- preguntó

Ay, si te contara.

-Entré a una tienda de ropa mientras tu estabas comprando tu maquillaje, y vi una sudadera de Batman- ella asintió- agarré una de mi talla y fui a los vestidores a probarme cómo me quedaba, pero sucedió algo muy incómodo por lo cual decidí irme.

-¿Qué sucedió?- preguntó con miedo.

-Había una pareja que estaban.. Ahm..

Mierda, esto es tan difícil de contar.

-Teniendo sexo- finalicé.

-¿De verdad?- sorprendida tapó su boca con una de sus manos.

Yo asentía mirando a la nada.

-Pero no entiendo-dijo-. ¿Por qué vienes en ese estado, corriendo, despeinada, y con ojos llorosos?

-Es que ahí estaba ..

-Gabriela- dijo Edward exhausto, llegando y apoyando sus brazos en la mesa- por favor deja que pueda explicarte.

-Gabriela, ¿quién es él?- preguntó Andy.

La miré y ella tomó su bebida.

-Él es Edward..

Andy giró a la izquierda y escupió la bebida. Santa madre.

-¿Pero qué mierda..?- dijo Edward limpiándose la camisa.

Andy me miró y me abrió los ojos como dos esferas.

-Este bombón está mejor que el vampiro- dijo en voz baja.

Edward no se dio cuenta de su comentario, pues, él estaba limpiando su camisa con servilletas.