16. Te necesito

366 17 6
                                    

Abrí despacio los ojos y me separé de los labios ya no tan rosados de Edward porque parte de mi labial está en ellos. Reí por dentro.

Tiene sus ojos cerrados, bajé la mirada a sus labios y pasé el pulgar por ellos, limpiándolos. Edward dejó escapar aire por su boca y luego besó mi dedo.

Abrió sus ojos, y retiré mi mano. Sonrió.

-Será una linda noche- habló.

-Espero que sí.

Edward posó su mirada de nuevo en la ventana de mi casa, imité su acción y no había rastro de ese par de curiosas.

-Vámonos, quiero aprovechar estas horas contigo al máximo- dijo sonriendo y encendiendo el motor de su auto.

Me quedé callada y miré mi pulgar que está ligeramente manchado. Su perfume es maravilloso.. una de las tantas cosas que me encantan de él, sentí las ganas inesperadas de llorar, y tragué grueso mirando al frente.

Han pasado cinco minutos desde que emprendimos camino al restaurante y Edward está de lo más distraído, casi se pasa un alto, cruzó dos veces en la calle equivocada, y no se dio cuenta de que tenía luz verde hasta que los claxon de los demás conductores lo trajeron de nuevo a Tierra.

-¿Te sucede algo, Edward?- pregunté tocando su hombro.

Se tensó y me miró un segundo y luego volvió a ver la carretera.

-No, no, no me pasa nada- dijo y soltó una bocanada de aire- estoy bien.

-No, no lo estás- carcajeé.

Edward frenó sonoramente y se detuvo, solté un grito de sorpresa. Pasó sus manos por su cabello y me miró.

-No lo estoy- dijo asustado.

-Edward cálmate por favor- dije tomando sus mejillas.

El semáforo está en rojo.

-Cuando la luz esté en verde te orillas, por favor- dije, y le acaricié el cabello.

Luego de treinta segundos Edward se orilló, apagó el motor y lo miré bien.

-¿Qué pasa?- pregunté acariciando su cabello.

Apoyó sus codos en el volante y se tapó la cara. 

-Es sólo que..- se calló.

No otra vez, por favor.

-Edward.. -dije- no te quedes callado, háblame.

-Lo siento- dijo.

-Pero.. ¿qué? - pregunté confundida.

-Estoy tratando arduamente de no decir algo que arruine ésta noche- me miró.

-Edward.. - dejé las palabras en el aire y miré mis uñas.

¿Qué quiere que le diga? Esto podrá parecer sencillo de asimilar, pero no es así, no sé si quiero irme de su vida y tampoco sé si él en serio quiere que esté en la suya.

-No quiero que te vayas Gabriela, si te vas yo.. Yo sólo quiero..

Lo abracé.. es extraño como en menos de una semana me hayan pasado tantas cosas. Edward me enamora, como siempre lo ha hecho, pero vale mencionar que no estoy muy contenta con lo que hace, que le quiera no significa que sea tonta.

La cosa es que.. sé en lo que me estoy metiendo y él también. Yo estoy dispuesta a intentarlo ¿pensará él lo mismo? ¿me querrá tanto como dice?

-Edward, estoy aquí.. A pesar de todo.

-Lo sé, Gabriela, lo sé- dijo- ¿pero qué pasará si en el futuro te alejas de mí?

Amor ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora