4. Algún día me lo agradecerás

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Normalmente cuando tienes mejores amigas tienden a ayudarte, apoyarte ¿cierto?

Pues he de decirles queridas personas que éstas amigas son.. un poco demasiado crueles

-Por última vez, no te acompañaremos- dijo Sol.

-¡Pero no es justo!- dije fuera de mí.

-Es tu oportunidad Gabriela- dijo Wanda con sus manos en mis hombros.

-¡¿Qué les hace pensar que quiero estar a solas con él?!- grité mirándolas.

-Te lo diremos en coro ¿va chicas?- dijo Wanda.

Tosieron un poco, aclarándose la garganta.

Sus voces retumban en mis oídos, y frunzo el ceño un poco al escucharlas cantar algo sobre el amor y sobre lo imposible.

-Cantan muy mal, chicas- dije rascando mi nuca.

-Siendo sincera aquí la que canta eres tú- dijo Heidi mirando a Peter con una expresión triste.

-Igual debes de ir-dijo Anabella-.. sola- concluyó.

-Tómalo como- dijo Sol pensativa-.. tu regalo de cumpleaños- sonrió entrelazando sus manos y colocándolas en su mejilla derecha.

-¿Me estás jodiendo? Que grandioso regalo- dije con ironía sentándome en la mesa-, un regalo tan.. tentador e inesperado.

Ninguna emitió un sonido, y jugando con mis manos se creó un silencio, que duraría al menos unos tres minutos.

-Es imposible Gabriela, pero eso no quiere decir que el destino te la juegue diferente- dijo Sol mirándome.

-¿Qué quieres decir con eso?- pregunté confundida.

Suspiró.

-Tal vez las cosas sucedan diferente- torció la boca-, es posible que no sea tan malo conocerlo- Sol sonrió.

-Y de todas maneras, tendrás que ir a castigo- dice Wanda torciendo sus labios.

¿Jamás les ha pasado que cuando tienen que ir a un lugar, sienten que algo malo va a pasar? ¿Soy la única? ¿Por qué soy tan nerviosa? Joder.

-Siento que mi vida terminará- dije con nerviosismo.

-Qué exagerada eres- dijo Anabella colocándose labial rojo.

Me miró.

-Esto es lo que necesitas- dijo levantando su labial.

-¿Quieres que use ese labial?-Dije señalándolo.

-Sólo un poco- dijo, respiré tranquila- y también un poco de rímel para que te veas mejor.

-Ni lo sueñes, Anabella- dije retrocediendo.

Me di vuelta para huir, y choqué con una chica

¡Qué bien por mi! Ahora iré a castigo no sólo maquillada sino con una enorme jaqueca..

***

Apunto de entrar a la sala de castigo con el chico que deseo hasta en mi caldo, me detengo y miro a mis amigas.

-¿Seguras de que no parezco un payaso?- pregunté.

-Entra de una vez- dijeron Anabella y Heidi al unísono.

Me mordí el cuero de los labios, y me quedé totalmente quieta.

-Si no entras en dos segundos, ¡Te patearé el trasero Gabriela!- dijo Anabella.

-¡Ya, ya pues!-levante las manos- hasta luego, amigas- dije dándome vuelta para tomar la manija.

Abrí la puerta, y entré.
Perfecto.. no había nadie, está oscuro ¿Dónde carajo estaban las luces? ¿Dónde está George? Y lo más importante ¿Dónde está Edward?.

Amor ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora