17. Somos algo

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Caminar descalza en la grama es muy relajante, y mejor si es con buena compañía.

-¿Cuándo me contarás de esa última vez?- le pregunté.

Edward me miró inmediatamente, apretó su mano en la mía, y respiró profundo.

-No quiero hablar de eso ahora, por favor-dijo-, sólo disfrutemos de esto.

-Está bien, lo siento- pronuncié.

A Edward le cambió el rostro, y su expresión es seria y distante.. aprieto nuestra unión de manos y me mira.

-Te quiero- dije.

-Y yo a ti- respondió.

Sonrió, para luego estamparme un beso en la mejilla.

-Edward..- le llamé.

Mi mirada estaba fija en la grama, sin embargo siento sus ojos mirándome.

-Dime- habló, manteniendo aún la mirada en mí.

-En el instituto unas chicas me dijeron que tú-lo miré-.. que tú buscabas una nueva conquista y que yo podría serlo y que..

-¿Quién te dijo eso?- interrumpió y su quijada endureció.

-No las conozco- dije negando con la cabeza-, creo que van en tu salón.

-¿Les crees?- preguntó frunciendo el ceño parando en seco el paso.

-Sólo quiero saber.. qué hay de cierto- me encogí de hombros.

-Les crees- afirmó en tono indignado.

-No he dicho eso- dije-, quiero que tú me digas.

-No Gabriela, no hay nada de cierto de que tengo o busco una nueva conquista- dijo y se acercó- yo sí busco algo, pero..- frunció el ceño- distinto y muy lejano a ser una simple conquista.

Asentí con la cabeza lentamente.

-¿Lo encontraste ya?- pregunté.

-Sí- dijo y me acarició la mejilla con sus nudillos, con una sonrisa de lado-. No hagas caso a los rumores.

-Es que me da miedo que pase algo, que tú y yo..

-No podemos evitar que la gente hable, mi amor- me interrumpió.

Sonreí un poco.

-Ya está haciendo más frío, deberíamos irnos- dijo.

Deberíamos, dije entre mí.

Seguimos caminando hasta llegar a su auto, caminé hasta la puerta de copiloto esperando a que desbloquee el coche pero siento sus manos en mi cadera y me voltea, para atrapar mis labios. Sonrío en medio del beso y él también, lo abrazo por el cuello y él a mí por la espalda.

-Quisiera que este momento durara para siempre- susurré en su oído.

Se separó de mí, y me besó inhalando profundamente. Luego desbloqueó el coche.

****

-¿Qué tal te fue?- preguntó mamá.

-Todo muy bien- sonreí y la abracé.

-¿Resolvieron su problema?- hizo otra pregunta.

La miré.

-¿Cómo sabes que teníamos un problema, madre?- pregunté yo esta vez.

-El grito que le diste en el estacionamiento del instituto fue un poco deducible- se pasó la mano por el cabello y luego echó una risa.

-Ah sí.. eso- dije-, sí, se resolvió- sonreí.

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⏰ Última actualización: Mar 28, 2017 ⏰

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