15. Gran idea

493 27 10
                                    

Me recuesto en mi cama y suspiro cerrando los ojos. Sin pensarlo comienzo a reír y  oculto mi cara con mis manos, luego las paso a mi cabello, riéndome a carcajadas en un ataque de histeria, y sin pensarlo siento que voy a llorar.

Ni cuando tengo el periodo cambio tanto de humor.

-Dios- digo para mi misma-.. él me vuelve realmente loca.

Tocan la puerta de mi habitación y deduzco quién puede ser. Cuando la abren sin esperar una respuesta de mi parte, sé que se trata de Andy.

Saltando a la cama, montándose como en un toro mecánico encima de mí, la miro a sus azulados ojos y levanto una ceja.

-¿Cómo es eso de que te dio un síncope en el instituto Gabriela?- preguntó tocando mis mejillas con sus manos.

Ahora sus manos tocaban todo mi rostro por lo que le di un manotazo riendo.

-¡Ay! No vayas a empezar tú también-la señalé-, mamá y Edward ya me dijeron muchas cosas.

-¿Edward?-se le iluminó la mirada- ¡Caray! Ese chico es perfecto en todos los sentidos.

-No lo creo- dije levantando mis piernas para que se quitara de encima.

Lo hizo y rodó por la cama hasta quedar en posición fetal cerca de una almohada.

-¿Qué sucedió?- preguntó sacando de su bolsillo un chocolate.

-Besó a una chica en mis narices, y en la mañana me trató un poco mal- dije.

-¿Puedo cortarle las pelotas?- preguntó con la boca llena.

Eché una risa.

-Me invitó a cenar a las ocho, para explicarme todo lo que ocurrió- dije y me coloqué igual que Andy.

Le arrebato el chocolate de la mano y meto un mordisco.

-¿Puedes comer chocolate?- preguntó.

-Andy, fue sólo un desmayo- hablé en tono cansado.

-No, ayer no comiste nada porque no quisiste. Sólo tomaste un vaso de zumo de naranja- dijo- y no es lo más sano dejar de comer.

-Joder Andy, pareces mamá.

-Sólo me preocupo por ti- dijo y me arrebató el chocolate.

-¡Ésta eres tú! ¡Comiéndote todo lo que sea!- alzó su chocolate casi terminado en mi cara-. Ya casi ni me dejabas- murmuró.

-Tengo que llevar vestido- hablé.

-¿Ah sí? Yo traje vestidos- dijo.

-¿Me vas a prestar un vestido?- pregunté sorprendida.

-Es un lindo chico, Gabriela. Tienes que verte linda para él- dijo terminando su chocolate.

-Si a mí me gusta pues bien- dije levantándome de la cama.

Abrí el armario y vi que mi ropa y la de Andy estaban ahí. Saqué dos vestidos.

-Me gusta este- dije alzando un vestido blanco corto, el cual es manga larga con encaje y tiene un cinturón verde precioso.

-Pero éste también está lindo- dije y levanté un vestido color vinotinto, el cual tiene unas piedras brillantes en la parte ajustada del medio. Su escote no es tan pronunciado por delante, pero en la parte de atrás es descubierto.

Ella levantó la mirada del celular.

-El blanco no lo puedes usar, lo llevaré a la cena que tengo hoy con Tanner- dijo intentando evitar que me enojara.

Amor ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora