Capítulo 3.

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La verdad, no entiendo por qué muestra tanto interés en hablar conmigo, lo más probable es que se aburre y quiere hacer que quiere ser mi amigo. Ibamos andando por el largo pasillo que llevaba hacia la salida de la academia, salimos y nos quedamos parados, ese silencio sepulcral regresó de nuevo.

- Bueno...¿hacia donde vas? -dijo el intentando romper el hielo.
+Tengo que ir a coger el autobús ¿y tú? la parada está a la vuelta de la esquina.
- Yo voy hacia allí también, era por si querías que te acompañase a casa o algo, no tengo las llaves y mis padres no están en casa.
+ Haz lo que quieras, me da igual. - dije, golpeando una piedra con la punta del pie.

Al final terminó acompañándome, ni siquiera cogí el autobús fui andando con el y me informó acerca de la gente del instituto, como era, hablamos de música, libros...
Llegamos a casa, se me había pasado el tiempo volando y nos despedimos.

Cuando llegué a casa vi a mi madre tumbada sobre el sofá, viendo las noticias.

+ Hola mamá.
-Hola cariño ¿que tal tu primer día?
+ Sin más, la verdad.
- Bueno me alegra escuchar eso, supongo ¿quieres algo de cenar?
+ No, no tengo hambre, pero gracias, voy a dormir que me caigo del sueño, hasta mañana mamá te quiero. - dije mientras me dirigía hacia mi habitación.
- Hasta mañana cariño, te quiero y descansa.

Me puse el pijama, deje el móvil sobre la mesilla de noche y me acosté.

Almas Rotas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora