Capítulo 17.

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Capítulo 17.

Pasaban los días y cada vez me enamoraba más de John, me estaba enamorando hasta de sus defectos, pero esos defectos que a veces te sacan de quicio, era increíble lo mucho que lo quería, ni yo era consciente de aquello. Estaba muy agobiada porque eran los últimos exámenes y me jugaba mucho, John siempre me ayudaba a estudiar e intentaba que entendiese las cosas aunque cada día me costaba más concentrarme. Sigo sin saber que función tienen las matemáticas o la educación física, estas asignaturas amargaban mi existencia.

Era fin de semana y me tocaba quedarme en casa estudiando, John me llamó para ir al cine, pero le dije que hoy no saldría. En verdad solo me apetecía estar con el, llevaba tres días sin verle y echaba de menos esos abrazos que el me daba, en los que me rodeaba el cuello con sus delgados brazos mientras yo escondía mi cabeza en su hombro, sus abrazos eran únicos, hacía que se congelase el tiempo por unos pocos segundos que parecían una eternidad, por un momento recuperaba esa seguridad que me faltaba. Me pasé toda la tarde estudiando, anocheció y llegó mi madre a casa.

— Hola cariño ¿que tal? — me preguntó mientras me daba un beso en la mejilla derecha.

— Algo cansada y con un dolor de cabeza horrible ¿y tú? — intenté sonreír.

— Muy cansada también ¿has estudiado? — preguntó un poco preocupada.

— Sí, acabo de parar ya no había manera para concentrarme así que he parado para ducharme y cenar algo. — abrí la puerta del frigorifíco con la intención de encontrar algo de comida.

— Pues dúchate y mientras preparo algo de cena. — empezó a rebuscar entre varios armarios de la cocina.

— Vale, en seguida salgo. — me fui hacia el baño.

Al salir del baño, iba con el pijama y una toalla enrollada en la cabeza, cenamos y mi madre se fue en seguida a dormir. Me sequé el pelo y me fui a la cama, me quedé repasando algunos apuntes para coger el sueño pero era imposible, llevaba todo el día con un nudo en la garganta que no entiendo por qué. Al final caí dormida, me desperté al escuchar la vibración del móvil, pude ver que alguien me estaba llamando, era un número desconocido y aún así contesté. Al escuchar lo que me decía, se me cayó el móvil, se me paró el corazón, me puse unas zapatillas y un abrigo lo más rápido que pude, corrí hacia la habitación de mi madre y la desperté.

— Mmm...— dijo remoloneando — ¿que pasa Lía?

— Mamá, rápido por favor es urgente. — retiré su edredón.

— Pero ¿quieres decirme que es lo que pasa? — me preguntó nerviosa.

— Tienes que llevarme al hospital ya, no hay tiempo que perder mamá por favor corre. — dije histérica.

— Vale vale pero ¿me quieres decir que ha pasado? ¿por que hay que ir al hospital? — me preguntó mientras se ponía un abrigo.

— Es John. — dije seria.

— ¿Que ha pasado? ¿está bien? — preguntó.

— No, ha tenido un accidente, me acaba de llamar su madre y está en el hospital. — me aguanté las lágrimas.

— ¿Qué? — ambas salimos corriendo de casa.

Llegamos al coche, mi madre arrancó lo más rápido que podía, llegamos al hospital, entré corriendo, fui a recepción y le pregunté sin aliento a la recepcionista.

— ¿Sabe donde está John Miller? necesito saberlo.

— ¿Usted es familiar? — me preguntó.

— Soy...su novia.

— Planta 7, allí está su familia el esta en la unidad de cuidados intensivos.

— Gracias.

En seguida fui hacia el ascensor, estaba tan nerviosa que pulsé al botón unas 5 veces mientras mi madre andaba pasos atrás. Llegué a la planta, las piernas cada paso que avanzaba me temblaban más, veía rostros de enfermeras mientras andaba por el pasillo, al final del todo podía ver a la madre de John, llorando apoyada en el pecho de Tom, el padre de John.

— Señora Miller ¿que ha pasado? ¿Y John? ¿como está? ¿está bien?

— Lía...cariño. — me abrazó.

— ¿Como está John? — le pregunté nerviosa.

— El ha tenido un accidente...está muy grave, de momento los médicos no saben nada, le tienen en observación. El iba a buscarte para dar una vuelta con el coche y por lo visto se le cruzó un camión y... — se derrumbó.

— Esto es culpa mía, necesito verlo. — me senté en el suelo.

Sentada en el suelo apoyada en la pared, con las manos en la cabeza y mirando hacia el suelo, mientras lloraba y me repetía una y otra vez "Todo esto es culpa mía"

Salió el médico y me levanté del suelo y el dijo "¿Familiares de John Miller?" Sus padres, mi madre y yo nos pusimos en circulo alrededor del doctor.

— Lamento informarles de que John, ha entrado en coma, no podemos asegurarles de si despertará o no, aunque no hay que perder las esperanzas.

La madre de John se derrumbó, al igual que yo y nos abrazamos, el sentimiento de culpabilidad se había apropiado de mi. Dejé que la madre de John se quedase con el durante toda la noche, la noche siguiente me quedaría yo, Lisa avisaría de lo sucedido al instituto y a mi no me quedaba más remedio que ir a clase ya que estaba con los últimos exámenes. Nos fuimos a casa pero antes de eso le dije a Lisa que cualquier novedad que supiese me avisaría de inmediato. Me tumbé en la cama, miraba al techo y miles de cosas rondaban por mi cabeza, no quería perderlo, no podía seguir si el no estaría a mi lado, el me hacía fuerte, hacía verme el desastre más bonito de todos los desastres.

Almas Rotas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora