Capítulo 4.

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Habían pasado varias semanas desde que comenzó el curso, no había hecho ningún amigo, bueno John no sé si es un amigo o qué, yo nunca he tenido bueno si pero solo aparentaban que lo eran, comíamos juntos cada día, luego por la tarde íbamos a la academia y a la biblioteca, se puede decir que esta era mi nueva rutina lo extraño es que me sentía "bien" wow que bien suena eso, hacía tiempo que no me sentía así siempre he estado sola y ahora tengo a alguien a quién contarle mis rayadas mentales que no llevan a ningún sitio, con quién hablar cada noche ya sea del tema que sea.

Cogí el móvil como cada noche me tumbé en la cama, vi que John me había enviado un mensaje.

- Tu idiota.
+ ¿Que quieres? Pensé que ya estabas dormido...
- Si bueno, en seguida voy pero antes quería darte las buenas noches, marmota.
+ Aw que bonito, anda que a cursi no te gana nadie.
- La verdad es que no te digo que no.
+ Y bueno ¿no te vas a dormir?
- Venga tonta, descansa y mañana no te duermas eh.
+ Hasta mañana y descansa imbécil.

Puse el despertador, apagué la lamparita de noche y a los pocos minutos me dormí.

Al día siguiente, como cada mañana al levantarme de la cama me pegué una ducha de agua fría, me vestí, me sequé el pelo y luego desayuné un par de tostadas con un tazón de café. Pude notar que mi madre no estaba en casa probablemente había ido a hacer ejercicio, si había empezado una nueva dieta después mil intentos fallidos, no se de que me quejo si yo soy igual. Miré la hora, me cepillé los dientes, cogí la chaqueta vaquera y la mochila.
Al salir por la puerta me encontré a John sentado en el suelo de mi rellano, podía identificarlo por su pelo revuelto y por su chaqueta negra que siempre llevaba.

+ ¿John? ¿que haces aquí?
- Te quería dar una sorpresa y he venido a buscarte.
+ Tampoco era necesario cabezota.
- No me gusta ir solo por la calle con cara de zombie siempre está bien ir con otra persona en la misma situación que tú ¿sabes?
+ ¿Tan mala cara tengo?
- Es broma y anda tira que llegamos tarde.

Era la primera hora, tocaba Geografía e Historia, no creo que exista asignatura más aburrida pero al menos el profesor hacia que fuese más a mena simplemente porque siempre acabamos hablando de cosas que no tienen nada que ver respecto al tema que estamos dando.

Por fin llegó la hora del recreo, posiblemente esta sea mi asignatura favorita, me encanta subir a la azotea del instituto y escribir en mi libreta, apoyada en un trozo de pared, era mi sitio secreto, es secreto porque si se enteran de que vengo aquí me podrían echar y tampoco es plan. He pensado en llevar a John pero no creo que a el le importe, de hecho pensará que soy una antisocial de mierda que no es capaz de relacionarse con el resto de personas de allí aunque pensándolo así es cierto pero me gustaría que lo viese, a veces veo que somos tan iguales pero al mismo tiempo somos tan diferentes, es muy confuso lo reconozco pero tengo miedo de hacerle daño, el es un chico fuerte o eso aparenta pero en sus ojos puedo ver que el es muy débil aunque es muy orgulloso y no quiere reconocerlo. Entonces se me ocurrió una idea así que cogí la mochila metí la libreta y en seguida fui corriendo a buscar a John.

Almas Rotas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora