Almas Rotas.

Capítulo 5.

Los días pasaban y la confianza con John aumentaba por momentos, me estaba encariñando y tenía miedo, siempre que me he encariñado con alguien o he confiado en alguien la que ha acabado mal he sido yo. Se puede decir que estaba cansada de ser la tonta y posiblemente la desconfianza con la que trataba a cada persona que se me acercaba, excepto mi madre, la razón tal vez fuese esa, que siempre me creía cada promesa que hacían pero que no eran cumplidas quedaban en el olvido, reconozco que yo he fallado a personas por eso mismo he aprendido a vivir sola, así no le haría daño a nadie y nadie me lo haría a mi, sin depender de nadie por eso no me asustaba la idea de que en el nuevo instituto no encontrara a nadie, aunque esta vez fue diferente.

Era Viernes y eso significaba que podría quedar con John e ir a su casa para ver películas, comer pizza y helado, stalkear el instagram de gente que nos caía mal, se puede decir que John era mi amigo, mis padres ya lo conocen y yo conozco a una gran parte de su familia, no sé todo esto resultaba nuevo para mi.
Me desperté con un horrible dolor de cabeza, que novedad, decidí saltarme las clases un día de pellas no le hace ningún mal a nadie.

Me dormí de nuevo, escuché un pequeño zumbido que venía del móvil, seguramente era alguna que otra notificación de Instagram o Twitter o ambas cosas, pero me equivocaba, era John. "Que haces que no estás en clase idiota" -dijo en el mensaje de texto- Le contesté con un simple "tengo sueño ¿vale?"
"Después de clase paso a buscarte que te invito a comer ¿vale?
Bueno te dejo que van a empezar a sospechar, estoy en el baño del instituto, he dicho que me he mareado solo para hablarte para que luego te quejes eh." -me contestó-
"Venga vale y ten cuidado."-le contesté.

Dejé el móvil sobre la mesilla y fui hacia el botiquín del baño en busca de algún medicamento para ver si me calmaba el dolor de cabeza.
Encontré un ibuprofeno y me lo tomé acompañado de un vaso de agua.
Ya se me había pasado y para desayunar me preparé un bol de cereales con leche y fui a ducharme, me sequé el pelo y me lo alisé un poco con las planchas, me puse unos vaqueros negros rotos, junto una camiseta blanca un poco ancha, acompañado de unas Converse negras y una chaqueta vaquera.
Me senté en el sofá a la espera de John, enseguida pude escuchar el sonido del timbre, me dirigí hacia la puerta la abrí y ahí estaba el con su media sonrisa, sus pitillos negros y sus Air Force negras y su
sudadera ancha gris.

- Te he echado de menos. -dijo y me abrazó-
+ Aw y yo a ti, supongo. -dije un poco tímida y la voz entrcortada-
- ¿Ya has dormido lo suficiente o necesitas dormir más eh marmota? -me rodeó los hombros con su brazo derecho-
+ No, no la verdad es que no. -dije mientras nos dirigíamos hacia las escaleras.-

Me llevó a un restaurante muy acogedor, no había mucha gente y eso me gustaba. Miles de fotos de artistas que dejaron huella a lo largo de la historia del rock invadían aquellas cuatro paredes. De fondo se podía escuchar In Bloom de Nirvana, John estaba en la barra pidiendo un par de bebidas mientras yo estaba sentada en una de las sillas observando las paredes que por cierto me llamaron la atención.

Al final nos quedamos a comer, últimamente casi no tenía apetito pero ese día comí demás, de hecho pensaba que la comida me saldría hasta por las orejas.

- Quiero llevarte a un sitio ¿tu sabes cual es el edificio Lancaster? desde la azotea hay unas vistas increíbles de todo Rochester, es el sitio a donde voy siempre que necesito pensar y quiero que tú lo conozcas, eres a la primera chica que voy a llevar. -dijo mirándome a los ojos-

Entonces yo desvié la mirada, me sentía intimidada por sus ojos oscuros y respondí.

+ Ah ósea que...¿has salido con muchas chicas o qué? -dije mientras pegaba una pequeña carcajada.
- Si te soy sincero, no pero ha quedado bien y lo sabes.-pegó una carcajada-

Salimos de aquel restaurante y poco a poco desaparecimos de aquel lugar.