Almas Rotas.

Capítulo 19.

Entramos y había un par de mesas vacías y en uno de ellas justamente el lado de la ventana nos sentamos. Yo pedí un café y Gaby optó por un té. La cafetería tenía un aire rústico, juvenil y muy acogedor. Nos pasamos unas 2 horas hablando, era una chica muy dulce, incluso me contó porque lo habían dejado. Era tarde aunque me hubiese gustado estar más con Gaby desde que John estaba en el hospital me sentía muy sola y ella hacia que esa soledad fuese más amena. Llegué a casa y mi madre no había llegado aún, me metí en la cama, al día siguiente tenía que madrugar e ir pronto al hospital.

Me despertó ese sonido irritante del despertador y en seguida me levanté de la cama para ducharme y desayunar un poco. Cogí un taxi y me fui hacia el hospital, nadie me había llamado así que supuse que todo estaba bien, por una vez pensaba en positivo que por fin algo me saldría como había planeado. Pasaba por el pasillo que llegaba hasta la última habitación dónde estaba John ingresado, en los cuatro sillones que había en frente de la habitación, en el pasillo, no había nadie, casi siempre estaba sentada la madre o el padre de John pero esta vez no y era raro. Miré por la ventana que daba a la habitación y la cama estaba vacía, no quise adelantar acontecimientos y decidí llamar a Lisa, estaba sollozando y solo repetía mi nombre, no entendía nada, en realidad me estaba empezando a asustar y pensando que había pasado algo, algo que iba a cambiar mi vida. Me senté en uno de los sillones esperando a que llegase alguien porque con Lisa fue imposible hablar, miré hacia el pasillo y apareció Lisa llorando y el padre con la mirada perdida y confusa, me levanté y me dirigí hacia ellos.

- Lisa ¿que ha pasado? Me estoy empezando a asustar. ¿Por qué lloras? ¿Y John? ¿Por qué no está en su habitación? — dije con la voz temblorosa.

- Mmm...Lia, John...John... — dijo Thomas con la voz entrecortada.

- ¿John...? ¿John qué? ¿Quiere alguien decirme que es lo que ha pasado? — dije con un tono nervioso.

- John ha muerto Lía, eso es lo que ha pasado, John ya no está y no va a volver ¿te sirve? — dijo Lisa sollozando mientras se secaba las lágrimas de sus mejillas.

- ¿Como que John ha muerto? ¿y cuando pensabais avisarme? Esto no puede estar pasando, no puede ser real. ¿Esto es una broma o algo? porque no tiene gracia, no no y no John no se ha muerto. — dije confundida apunto de darme un ataque de ansiedad.

- John...te quería Lía, estaba enamorado de ti y estoy seguro de que el te llevará siempre en su corazón, el ahora...no sé dónde está, era mi hijo ¿sabes? y le conocía y se que nunca ha querido a una chica como te quiso a ti. — dijo intentando hacerme sentir mejor.

- John no se ha podido ir. — llamé por teléfono a mi madre.

Lisa me abrazó y se echó a llorar en mi hombro hasta que llego mi madre. Se paró a hablar con Thomas y ella nos abrazo también. Era una puta pesadilla, el era todo lo que tenía, me completaba y lo peor, estaba enamorada de el. Esa noche no me moví de aquella sala de espera, me senté en uno de los sillones e informé a unas pocas personas cercanas a John para que se enteraran de lo que había pasado, Gaby llegó en seguida y me abrazó tan fuerte como lo hacía él. Por lo menos aquel abrazo me hizo sentir un poco mejor, pero el dolor seguía ahí, nunca más iba a cerrar los ojos mientras me protegía cuando me abrazaba nunca más iba a darme las buenas noches ni vendría a buscarme para perdernos juntos, le había perdido, se había ido. No lloraba pero si estaba triste, sentía una ausencia en mi, un vacío, no era un dolor que se pudiese echar al exterior era un dolor interno, saber que no te despediste del amor de tu vida, de la persona que amabas, saber que nunca le volverás a ver con su coche en frente de tu portal sonriéndote mientras salías por la puerta y te llevaba a sitios desconocidos, todos esos recuerdos me hicieron pedazos.