Capítulo 15: Matrimonio arreglado.

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Ya había pasado un mes desde el problema con la Sra. Peterson. James se había estado quedando en casa de Edmond. Al día siguiente de la discusión con la Sra. Peterson, el Sr. Peterson le llevó ropa a James pidiéndole que le diera tiempo a su madre de pensar las cosas. Desde entonces, Payton y Edmond no se habían visto porque la Sra. Peterson no la había dejado salir de la mansión. Solo hablaban por celular. En cambio James y yo nos veíamos en el trabajo, salíamos a comer, al cine, a pasear y también venía a casa a pasar el rato. Como por ejemplo hoy.

Mis padres se encontraban en casa de mis abuelos porque yo no sé quien había tenido su primer bebé. James se aprovechó de esto y apareció en mi casa haciéndome suya salvajemente en el sofá de mi sala. Ahora nos encontrábamos recostados en el sofá. James estaba boca arriba y yo estaba sobre él con mi cabeza en su pecho mientras me sobaba la cabeza. -¿Cuándo llegan tus padres?-

-No lo sé, ya es bastante tarde y no sé si se quedarán por allá.-

-¿Crees que me pueda quedar? Me gustaría volver a pasar la noche contigo.- Me dijo seductoramente. Era una muy buena idea, pero...

-Como dije, no sé si se quedarán y si se quedan probablemente regresen temprano, siempre lo hacen.-

James se sentó haciéndome sentar a mi también y tomó mi cara con sus dos manos. -No me rompas la ilusión.-

-También quiero que te quedes.- Le dije y le di un pequeño beso en los labios. -¿Y si nos vestimos? No quiero que lleguen y nos encuentren así.- James asintió y comenzamos a recoger nuestra ropa del suelo. Me comencé a poner mis bragas y cuando me enderecé al finalizar, sentí que el suelo se estaba moviendo y que todo se veía borroso.

-¿Estás bien?- Me preguntó James aguantándome por la espalda. -Pensé que te caerías.-

-Sí... Creo que me enderecé muy rápido.-

-Ah, eso me pasa a veces.- James depositó un beso en mi cabeza y siguió vistiéndose. Yo me quedé unos segundos mirando a un punto directo hasta que sentí que estaba mejor y continué con mi bracier.

Cuando terminamos de vestirnos, le ofrecí algo de tomar a James y para cuando tomábamos jugo, mis padres llegaron. James no se quedaría después de todo...


***

Era un día normal en la oficina. Acababa de terminar de llenar un documento y se lo llevé a James a la oficina. Lo encontré firmando unos papeles y al verme sonrió de oreja a oreja. -Ya terminé los documentos.-

-Gracias.- James se levantó de su silla, tomó los documentos y los puso en el escritorio. -Se que te tuve antes de ayer, pero ya te extraño.- Me dijo abrazándome.

-James, le prometí a tu padre que no haríamos cosas raras.- Me quejé dando unos pasos hacia atrás, pero James me empujó, hasta que choqué suavemente con la pared que estaba al lado de la puerta.

-Lo sé, pero es que no puedo controlarme cuando te veo.- Me dijo suavemente en mi oído y comenzó a besar mi cuello. Ya sabía que me ponía muy excitada cuando besaba mi cuello, que listo.

Soltando algunos suspiros le contesté. -Pues... Harás que te pongan otra secretaria.- James siguió besando mi cuello y cuando más excitada estaba, me besó los labios con desesperación. -James.- Gemí al sentir el roce de su miembro erecto en mi parte íntima. Introdujo su lengua a mi boca y nuestras lenguas comenzaron a rozar. Se sentía muy bien. Quería llegar más lejos.

-Buenos días.- Dijo el Sr. Peterson mientras carraspeaba su garganta. -¿Qué tienen para mi hoy?- Ya me estaba acostumbrando a que nos interrumpieran, pero de igual manera me abochornaba. Salí de la oficina hecha un tomate y dejé solo a un molesto James.

James.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora