Capítulo 5: El amigo de James.

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Esa mañana no sabía como vestirme. ¿Me vestía como si fuera a la oficina o me vestía normal? Opté por un traje hasta las rodillas marrón sencillo, con un cinturón negro en la cintura. Me puse unos tacones con plataforma bajos color crema y me maquillé ligeramente. Solo polvo y mascara. Entré a mi auto y me puse en marcha a la casa del Sr. Peterson. Tuve que prender el GPS de mi celular para poder llegar. 

Cuando llegué me quedé sin habla. Era una mansión muy grande. No esperaba menos, pues el Sr. Peterson es millonario, pero era muy grande y hermosa. El guardia de seguridad me pidió mi información y con una sonrisa me dejó pasar. Sentía que estaba en un "tour". El jardín era muy grande y el camino era muy largo. Una vez frente a la mansión, estacioné mi auto sin saber si podía estacionarlo en ese lugar y me bajé. 

Al tocar el timbre de la puerta, un mayordomo la abrió. ¡Tenían hasta mayordomo! - Buenos días. ¿Puedo ayudarla en algo?

-Buenos días. Soy Emma Donson y vine para entregarle unos documentos a James Peterson.

El mayordomo sonrío y se echó a un lado. -Claro, el Sr. James nos avisó de su visita. Por aquí.- Seguí al mayordomo por toda la estancia y subimos unas escaleras. En el camino una chica nos pasó por el lado hacia el lado contrario. Supuse que sería la hija del Sr. Peterson porque tenía su mismo color de ojos, pero tenía el pelo oscuro como James. No pude evitar darme cuenta que me miró de arriba a abajo mal. -Es aquí.- Me dijo frente a una puerta, me hizo reverencia, de la cual me sentí obligada a contestar de la misma manera y se fue. 

¿Y ahora qué? Me quedé como una estúpida frente a la puerta por unos dos minutos hasta que decidí tocar la puerta. Un "adelante" me brindó el paso y abrí la puerta lentamente con miedo a lo que me fuera a encontrar. La habitación era inmensa. James se encontraba sentado en un sillón tipo cojín azul frente al gran televisor que estaba pegado a la pared. Jugaba un videojuego y al parecer jugaba con alguien u "online" porque tenía los audífonos puestos y hablaba por el micrófono. -Vine para darte tus documentos.- Le avisé. 

-Un momento, te atiendo ahora.- Me dijo sin despegar la vista de la pantalla. -Siéntate.- Me ordenó. Miré para todos lados y podía sentarme en la cama, un sofá o en el piso... Opté por la cama. Me senté en la esquinita, no quería invadir su espacio personal.  No sabía mucho de juegos, pero cuando miré a la pantalla supe que jugaba "Destiny". No pasó mucho cuando su juego terminó y se despidió de quien fuera que estuviese hablando con él para apagar la consola. -¿Emma me estás provocando?- Me preguntó cuando me miró por primera vez en el día. 

-¿Ya no soy señorita Donson?- Le pregunté sarcásticamente. ¿Ya no estaba enojado conmigo?

-Ja, ja, já. Lo volverás a ser cuando me vuelvas a dar una bofetada.- James se sentó a mi lado en la cama y extendió su mano. Al entregarle el sobre con los documentos él lo abrió, dio una pequeña ojeada sin sacar los documentos y lo cerró. 

-¿No lo va a chequear?

-Confío en ti.- De todas las cosas que me ha dicho, es lo único válido para el sonrojo de mis mejillas. 

-Bien, ya le entregué los documentos. Con su permiso.- Le dije mientras me levantaba, pero James me sentó de un jalón. 

-¿Ya tan rápido? ¿No quieres algo de tomar?- Me preguntó levantándose. 

-No.-

-¿Algo de comer?-

-No, gracias.-

-Bien.- James se dispuso a mirarme de arriba a bajo logrando que me sonrojara. -¿Es que todo lo que usas te queda perfecto?- Lo miré mal demostrándole que su comentario estaba fuera de lugar, pero a James no le importó y se tiró sin avisar sobre mi. Del susto me eché para atrás cayendo recostada en la cama, aunque creo que eso era lo que él quería porque se acomodó un poco más arriba, de manera que su cara estaba sobre la mía. 

James.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora