Capítulo 8: Edmond y Peyton.

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Cuando llegó el lunes todos hablaban en la oficina sobre mi y James. Ni siquiera disimulaban al voltear a verme cuando pasaba. Decían cosas como: "Primero al padre ahora al hijo. ¿Qué le ve el Sr. Peterson a ella? Es tan injusto. Escuché que el Sr. Peterson estaba inconsciente y ella se aprovechó". Y la más linda de todas: "Hacen bonita pareja". Al menos no todos me odiaban. Fue una semana fuerte gracias a ellos. Cada vez que entraba al ascensor lo hacía con miedo pensando que podía volver a quedarse estancado, además de que pensaba en James y yo y no sabía si ponerme roja o molestarme por ser tan estúpida y besarlo. Ahora toda la empresa pensaba que salíamos, solo espero que no llegue a oídos del Sr. Peterson. Incluso James había escuchado los comentarios. Me había llamado el martes para reírse de las cosas que decían. Era el único disfrutando de la situación. Yo solo quería que me tragara la tierra. 

El miércoles tuvimos una doble grata visita. El Sr. Peterson había venido con Edmond. Cuando se pararon frente a mi escritorio, el Sr. Peterson parecía preocupado y Edmond miraba al suelo. -Me acabo de enterar sobre lo del ascensor.- Oh mierda... -¿Estás bien?

-Sí... Logramos salir.- ¿Qué le habrán dicho los chismosos de abajo?

-Ese James no me dijo nada. Ven, acompáñanos a la oficina.- Me paré lentamente de mi silla y caminé detrás de ellos hasta la oficina. -James, no me contaste sobre el ascensor.- Fue lo primero que le dijo una vez entramos. James me miró y supe que me preguntaba con la mirada si yo le dije. Automáticamente meneé la cabeza en señal de "no". 

-No lo encontré necesario, salimos ilesos.- Le dijo como si fuera lo más normal. 

-Pero.- El Sr. Peterson dejó de mirar a su hijo y me miró a mi. -¿Cómo actuó James? ¿Te dijo que es claustrofóbico?

-Sí, se lo dije.- Contestó la pregunta que fue dirigida a mi. -Me quedé sin aire y la señorita Donson fue mi héroe.- Cuando dijo esas palabras me quedé impresionada. ¿Qué estaba planeando decirle? -Me dio CPR y me salvó.- ¡Mentiroso! -Ahora andan en la empresa diciendo que me besó, ja, já.- Le contó recostándose en su silla, quería parecer estar tranquilo, pero noté con el movimiento de su pierna, que estaba nervioso.

-¡No sabía que podías hacer CPR!- Me dijo el Sr. Peterson sorprendido y solo sonreí. No sabía que decir. A todo esto Edmond siempre estuvo mirando al suelo. -Gracias por salvar a James.- Me agradeció poniendo su brazo en mi hombro. -Te invito a una cena hoy en mi casa, como forma de agradecimiento.

-¡No es necesario señor! Está bien.- 

-Claro que sí. Deja que mi esposa se entere, estará más que feliz.- El Sr. Peterson estaba completamente feliz. 

-Es una muy buena idea.- Le dejó saber su hijo con una sonrisa de oreja a oreja. ¡Me quería en su casa el maldito! ¿Se aprovecharía de mi de nuevo? 

-También estás invitado Edmond.- Edmond pareció por un momento asustarse, pero después sonrió y asintió con la cabeza. -Bueno, enséñenme los papeles de la semana.

***

Esa noche me arreglé con un traje sencillo color azul marino con estampado de flores rojas por todo el traje. Era un poco más alto de las rodillas y sin mangas. Lo acompañe con unos tacones bajos negros. No estaba segura como debía vestirme para algo así, pero me sentía cómoda como estaba. Dejé mi cabello suelto y esperé por James. Quedó en que pasaría por mi. Les había dicho a mis padres que comería en casa de mis jefes porque querían celebrar que la empresa iba bien. 

Cuando James llegó mi madre salió a recibirlo y cuando salí a fuera ambos se estaban riendo. ¿Ya se había ganado a mi madre? -Este chico es un encanto Emma.- Me dijo mi madre cuando me acerqué a ellos.  -Es tan joven para ser tu jefe.- ¿Encanto? Esa es solo la máscara. 

James.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora