capítulo 7

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Desperté en medio de la oscuridad de mi habitación el dolor en mi pecho era menor y mi respiración se estaba controlando. El reloj de mi muñeca marcaba las 3 am. Cuando observe a stivens dormir en la misma silla donde horas antes lo había visto.

Estaba sentado con su cabeza apoyada en su hombro y con los brazos cruzados de seguro que era una posición demasiado incómoda para dormir.

Me senté en la cama mientras lo observaba un poco y pensaba que es lo que seguía asiendo este chico en mi casa.
-stivens - dije mientras lo movía un poco.
Al contacto con mi mano despertó moviendo su cuello.
-que- contestó con su tono de voz molesto.
- deberías irte a descansar , estoy bien ya me las he arreglado sola- dije con un tono de voz suave.

-no gracias - dijo para volver a cruzarse de brazos y bajar la cabeza, deseguro para dormir de nueva cuenta.
-stivens- dije levantándome un poco más, lo cual provocó un dolor en mi corazón y un quejido.

- no deberías de moverte tanto- escuche que decía este chico mientras que yo llevaba mis manos a mi pecho.

- tu no deberías de estar aquí - conteste con una mueca de dolor en el rostro.

- recuerdo que el día en que nos conocimos me habías dicho que no tenías familia, a lo que lleva que no hay nadie que te cuide en estos momentos- me sentía mal era cierto que no tenía a nadie, estaba sola en esta vida. O por lo menos no en esta ciudad.

Una lágrima salió recorriendo mi mejilla.
- oye yo...- escuche a stivens
-no te preocupes,es cierto no tengo a nadie que me apoye pero ya aprendí a cuidarme sola, y gracias por preocuparte un poco por mi- conteste con mi voz entrecortada,quería ser fuerte ante esto pero era difícil.
-deberías de ir a descansar- repetí sin verlo,pero aún así sintiendo su mirada en mi.
- me quedaré aqui- contesto.
Movi un poco mi cuerpo dejando la mitad de la cama libre no quería seguir hablando del asunto, pero tampoco que él pasará una mala noche por mi culpa
-stivens Puedes dormir aquí, así no estaras tan incómodo,- le dije golpeando un poco el lado libre de la cama.
Acomode mi cuerpo en el lado de la cama donde estaba mientras volvía a cerrar mis ojos.
Minutos más tarde sentí como se undia la cama del lado contrario al mío.

Por más fuerte que una persona quiera ser, siempre habrá algo que la haga debil, algo que  afecte a esa persona.

Servía el desayuno para stivens y para mi, hoy me sentía bien, el dolor en mi pecho era soportable, pero debía de ir al doctor.

-buenos días- dije en cuanto observe a stivens parado en el marco de la puerta, su cabello estaba desordenado aún.

-buenos días, estas mejor- contestó con la voz ronca por el despertar.
Ante su pregunta sólo asentí con la cabeza.

No habíamos pronunciado ninguna palabra durante el desayuno, no había de que hablar él sólo me ayudó en un momento en que estaba mal y nada más no teníamos la obligación de hablar, seguíamos siendo extraños compartiendo una mesa.

-anoche que estabas dormida.... Vi un libro que estaba en tu mesa de noche- mis ojos fueron directo hasta stivens

-viste algo del  libro- dije mientras que mis mejillas se tornaban de un color carmín.
-solo la primera parte, eres tu verdad, tu escribiste eso- contestó stivens mientras tomaba el vaso con jugó que había servido.

-s.sii-  conteste apenas audible mi respuesta pero aún así stivens logro escucharla.

- porque -
-es una larga historia-no quería recordar era una historia que se ligaba a otra y terminaría recordando todo lo que me afectaba.
- tengo tiempo- dijo stivens después de unos segundos.

El chico que no podia amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora