capítulo 9

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Que persona acepta que su vida se esta acabando, que su corazón esta cada ves más debil, hasta el momento no conocía a ninguna pero yo  estaba viviendo esa situación y aún no lograba aceptarlo.

Durante la noche me la había pasado junto a stivens me aferre a su cuerpo buscando consuelo, talves la situación lo habia obligado a no alejarse de mi, a dejarme estar junto a él aunque  no deceara mi compañía e invadía su vida.

Han pasado dos largos días en que sólo intento pensar, darme apoyo en esta situación, e buscado refugio de mis pensamientos, en la pintura, y lectura pero aún así mi mente dibaga en mi enfermedad.
Ya había tramitado todo para estar en lista de espera para un nuevo corazón ahora sólo quedaba esperar.

Carlos a sido como un padre para mi, pero aún así no quería decirle que estaba mal, haría que regresara y no estaba lista para eso, no quería volver a una casa llena de recuerdos que me lastimaban.

Tocaron la puerta un par de veces por lo que salí de mi pequeño estudio y deje las pinturas a un lado para  abrir, pasaban de las 12 de la noche cuando observe a stivens con una mano en su costillas y su labio roto.
Me lleve las manos a la boca por la sorpresa en cuanto Reaccione y lo ayude a entrar, sus ojos estaban rojos.

En cuanto lo deje en el sofá corrí a buscar el botiquín de emergencia
-No te muevas- dije antes de colocar el algodón con alcohol en su labio.
A lo que sólo obtuve un gruñido por su parte.
-debería de llevarte al doctor puedes tener algo roto- volvía a hablar mientras observaba que no retiraba la mano de sus costillas.

- no gracias-
-pero..
- he estado peor -dijo sin más.
Teminer de limpiar su rostro y observe como sostenía una pequeña cadena entre sus manos stivens dormía en estos momentos por lo que la coloque en la mesa del comedor antes de despertarlo y llevarlo a mi habitación para que descansará cómodamente.

Lo deje en mi cama antes intentar salir,con unas mantas y almuadas para dormir en el segundo cuarto.

-a donde vas- la voz de stivens logro que diera la vuelta para encontrarme con su mirada oscura.
-a dormir, estaré en la otra habitación-
Conteste mientras que stivens negaba con  su cabeza.
Movió un poco su cuerpo dejando el espacio suficiente para mi mientras que con su manos me señalaba el lugar.

En cuanto me acosté sus manos llegaron a mi cintura apegandome a su pecho y su cabeza estaba sobre la mia.

Stivens lograba una sensación extraña en mi, lograba intimidarme con tan sólo mirarme, incluso a darme miedo pero también lograba que me sintiera protegida y tranquila.

Coloque mis manos sobre las suyas y cerré mis ojos dispuesta a dormir.

-joder, como pude- escuche a stivens gritar, me levante de pronto mientras lo veía desesperado.
-que pasa- dije pero aun así caminaba de un lado al otro.
Camine hasta estar cerca y coloque mi mano sobre su hombro.
- que- grito Stivens sumamente molesto.
-que pasa Stivens- repetí dudando por hablarle.
- no te incumbe,Rose- retrosedi en cuanto golpeó la pared con su puño.
-como pude perderla...- decía Stivens mientras seguía caminando de un lado al otro.

Los recuerdos de la noche anterior llegaron  como tornado y recordé la pequeña cadena.
- hablas de la cadena- dije lo suficientemente fuerte para que stivens me escuchara. A lo que gane su atención.
De un movimiento rápido sostuvo mis brazos con gran fuerza.
-como sabes de ella- dijo aplicando mayor fuerza en mís brazos.
-stivens me lastimas- conteste aguantando el dolor.
-contestame- grito furioso
-anoche que te dormiste en el sofá la vi en tu mano... Y la coloque en la mesa del comedor  para no perderla- mi contestación era apenas audible, por el dolor que stivens provocaba sobre mis brazos unas lágrimas corrieron por mis mejillas a causa del dolor.
Las manos de stivens me soltaron.
-Rose perdoname yo...- Stivens camino directo a mi mientras que yo retrosedia hasta que choque contra la pared de la habitación.

El chico que no podia amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora