capítulo 4

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Había pasado ya una semana desde que tuve el accidente con aquel chico stivens no lo había vuelto a ver desde entonces sin duda el era una de aquellas personas que pasan por tu vida, que sólo ocupan cierto espacio de tiempo en ella.

Terminaba de acomodar parte de mi ropa en el closet de mi habitación había comprado un departamento con la herencia que mís padres me dejaron, bien podía tener una buena vida sin tener que trabajar.
El departamento era grande para una sola persona en el bien podría vivir tres personas por lo menos,era un buen edificio, cada piso  contaba con dos departamentos y hasta este momento no conocía a mi vecino o vecina.

Pasaba de media noche cuando salí de la regadera, Camine directamente para buscar mi pijama cuando observe el paquete que me había dado Gabriel,llevaba dos semanas donde buscaba el valor para abrirlo pero no la encontraba tenía miedo de saber su contenido aún sentía las emociones fluir por mi cuerpo,aún recordaba las lágrimas en mis mejillas y sentia mi mente viajar hasta ese momento de mi vida.
No se en que momento me vestí, ni en que momento me había sentado sobre mi cama con el paquete entre mis piernas, mis manos temblaban en cuanto quise abrirlo pero aún así me armé de valor dispuesta a descubrir el contendió de el, poco a poco quite el papel que lo envolvía dentro encontré una nota y debajo de ella lo que parecía un libro.
Comenze a leer despacio.

Querida chica del corazón roto no se porque el destino decidió que fuera yo el que terminara leyendo tus notas pero lo e hechó y aquí bajo el árbol que nos a unido tome la decisión de crear este pequeño libro si es que se le puede nombrar así pero en el he colocado todas las notas que has escrito desde el primer día que las encontré y a su ves he colocado todas las notas que me has inspirado a escribirte esperó y te lleguen a mostrar lo que siento así como tus notas me demuestraron todo lo que tu sentías.

Att: Gabriel

Mis ojos comenzaban a llenarse de lágrimas Gabriel escribía para mi.
Deje la nota sobre el pequeño libro y camine directo a la puerta principal de mi departamento necesitaba urgentemente aire libre.
En cuanto estuve afuera la puerta del elevador se abrió logrando que un chico callera directamente al suelo, tape mi boca con mis manos antes de poder reaccionar y correr a ayudar a aquel chico.
En cuanto estuve junto a él pude reconocerlo era stivens, su polera esta cubierta de sangre y su rostro sumamente golpeado. Sin duda estaba mal y no sólo por los golpes que tenía también por lo tomado que estaba como pude logre que se sostuviera y comense a caminar directo a mi departamento de nuevo.
No sabía si el departamento de enfrente sería de él, sólo quería ayudarlo y limpiar sus heridas.
En cuanto estuvo sentado en la sala corrí prácticamente hasta el baño de mi habitación para sacar el pequeño botiquín de emergencia que tenía,de regreso mi mirada se detuvo en el libro y sobretodo en la nota de Gabriel ,deje el botiquín y tome ámbas cosas para volver a dejarlas en el fondo de mi closet.

Cuando volví stivens estaba riendo y tocando su rostro, era la primera ves que lo escuchaba reír aunque fuera con ese sarcasmo que fluia en cada risa.
-limpiaré tus heridas - le dije mientras sacaba algunas cosas del botiquin.
No decía nada sólo buscaba algo entre sus cosas
- joder duele - me grito con sumo enojo en su voz.
Este chico me intimidaba sin duda.
- lo .. Siento sólo no te muevas - dije mientras sólo Veia sus heridas.
Poco a poco se relajo dejando que las limpiara.
Debían de pasar de las dos de la mañana cuando logre que se quedara en mi cama. Cerré las persianas del lugar y salí de la habitación esta noche me quedaría en la sala ya que el cuarto de visitas aún no estaba listo.

Pov stivens
Desperté con el recuerdo de la noche anterior No sabía donde estaba sin duda esta no era mi habitación y eso llevaba a que no era mi departamento.
- donde estoy- dije mientras tomaba de mi cabeza, tenía una gran resaca.
-hola como siges- dijo aquella chica.. Que diablos hacia esa chica aquí sin duda era la misma chica de a se una semana.
Automáticamente mi ceño se fruncio.
- no recuerdas nada verdad ... Ayer estabas muy mal y... Bueno te traje aqui- dijo mientras jugaba con sus dedos y bajaba la mirada, sin duda era una persona tímida.
No sabía que decir.
-gracias- le conteste mientras me levantaba, mi vestimenta era la misma que la de el día anterior, la polera estaba manchada de sangre por la pelea que tuve el día anterior.
-ten- escuche a esa chica en cuanto levante mi vista me di cuenta que entre sus manos tenía la misma polera que le había puesto yo el día del accidente, la tome en mis manos y la arroje en la cama para quitarme la mía en cuanto vio lo que iva a hacer esa chica se dio la vuelta saliendo de la habitación me parecía que esta sonrojada.

Salí para buscar a Rose su departamento tenía una estructura similar al mío, en cuanto la vi estaba colocando un plato sobre un comedor de madera me aserque poco a poco a ella en cuanto se dio cuenta me miró por unos segundos y bajo la mirada de nueva cuenta.
- te hise algo de comer - dijo aún con la mirada fija al piso, veo que quería ser amable conmigo lo que yo no ise días antes con ella.
Y donde lo mínimo que podía hacer era comer lo que me había preparado.

Me senté cuando observe que se dirigía a otra habitación lo que debía de ser la cocina Tome un bocado mientras observaba como se retiraba.
No tenía idea de como había llegado hasta aquí lo último que recordaba era la pelea del día anterior.

Pov Rose
Sin duda ese chico era una persona totalmente diferente a las que había conocido en mi vida. Camine de nuevo hasta el comedor para dejar un vaso con jugó de naranja y unas cuantas pastillas para el dolor que debía tener.
Coloque el vaso en la mesa y el medicamento por un lado, en cuanto stivens vio mi acción levantó la mirada y con ella una ceja llenándome de intriga,pareciera que pocas veces viera esa acción a su persona.
-eres el dueño del departamento de enfrente cierto- le dije bajando la mirada,este chico ciertamente me intimidaba.
-supongo- dijo sin ningún tono de voz al contestar.
En cuanto término de comer se levantó directamente a la salida de mi departamento.
-gracias por todo- dijo apenas audible para mi pero de nueva cuenta con ese tono neutral en la voz,que llege a identificar.
Después de eso cerro la puerta y el silencio volvió a mi nuevo hogar.

El chico que no podia amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora