Bad Liar || Hiccstrid

III

Astrid

Bajé corriendo al entrenamiento, se me hacía tarde, y Gobber dijo que no le gustan las personas inpuntuales; no quiero dar esa mala impresión.
Al llegar me encuentro con un salón de entrenamiento demasiado grande.

Había diferentes zonas, una para cualquier tipo de arte.
Esto me gusta, con Heather entrenabamos en un edificio abandonado, de noche.

Todo era Blanco y ahí estaba los chicos y Gobber, me sorprende que me haya aprendido sus nombres rápido. Las chicas traían un uniforme parecido al mío, solo que de color blanco y con botines militares solo que negros, y el pantalón tenía lineas verticales de color aqua al costado de sus piernas. En cambio los chicos iban como yo: todos de negro.

— Por un minuto y llegas tarde — dijo Gobber serio

— Lo siento. Es que se me fue el tiempo viendo los archivos que me diste.

— Está bien — me responde — Lo dejaré pasar sólo por hoy.

No se por qué quieren que entrene, si ya se casi todas las maniobras de pelea, pero  según Gobber dijo que era necesario "repasarlas" para que se conserve el conocimiento. Eso y por una mirada que daba miedo.

— ¡Bien! Ya debo irme, entrena duro. — dijo para después irse

— ¡Muy bien!, escucha Astrid, aquí te enseñaremos todo lo que sabemos — dijo Eret. Se ve muy orgulloso, de seguro se ha de creer superior a los demás.

— Aún no entiendo por qué quiéren entrenarme si ya se todo, pero bueno son sus decisiones... — digo con simpleza

— Eso dices ahora.

— ¡Oh vamos! — exclamé — ¿Qué tan malo puede ser? Ya déjate de bromas Eret — le digo un poco molesta.

— Muy bien... como tu quieras — me dijo alzando los brazos en forma de rendición — Ruff será la primera.

— ¡Ruff! — la llamó.

Ruffnut se acerca y me saluda, hago lo mismo.
Me fijé bien en ella, era alta y esbelta, su largo cabello rubio estaba atado en una coleta. A simple vista parece alguien distraída.

— En tu currículum leí que tienes buenos reflejos — le digo con una media sonrisa en el rostro.

— Así es ¿Quieres ver? — me dice con una media sonrisa de lado.

— Por favor — le digo dandole paso

Ella camina hacia el centro del lugar Snotlout le cubre los ojos con una venda, la enrolla muy bien para que no vea, y ella se queda ahí de pie.

— ¿Estas lista? — pregunta Snotlout

— Sí. — responde — ¡Ahora!

En cuanto dijo eso un robot salió de una puerta que se abrió desde una de las esquinas de la habitación y caminó sigilosamente hacia Ruffnut.

Iba a atacarla por atrás pero esta le da un fuerte puñetazo destruyendo al robot desde la cara, otro se le acercó mientras ella golpeaba al anterior, pero esta lo detecto y lo agarro de los brazos y con la rodilla lo golpeo haciéndolo caer. En ese mismo momento Ruffnut sacó un cuchillo que tenía guardado en la pierna y lo ensarto en la cabeza de un robot que ni siquiera vi, así siguió con otros robots más.

De repente se queda quita, creí que era todo, pero no fue así, cuando de repente salió un dardo tranquilizante directo a la frente de Brutilda, pero esta la atrapa con sus dedos tomándolo de la punta, evitando que le diera.
He de admitir que eso fue muy admirable.