Bad Liar || Hiccstrid

XII

Astrid

— ¿Quieres empezar hablar?.

Será un hijo de... ¿Y ahora que le digo? He echado a perder toda la misión, ¡Perfecto!. Podría mentirle... ¡No! Si lo hiciera ¿que le diría? No puede ser...

— Estoy esperando...

Cierra la maldita boca.
Muy bien Astrid, piénsalo muy bien y responde coherentemente...

— Soy espía...

¡Eso no fue nada coherente!
Bueno, le diré la verdad y después haré que lo olvide. Creo...

— ¿Qué dices? — frunció el ceño... Okay eso lo hace ver más atractivo... ¡Basta Astrid!.

— Que soy una espía... Lo he sido desde hace un tiempo, y... Vine a protegerte. Eres parte de misión.

— ¿Cómo se que no estás mintiendo?.

— Porque... — Bien, si se arruinó la misión, pues se arruinó.
Llevo mi mano hacia mi cabeza y me quito la peluca mostrando mi cabello rubio. El rostro de asombro fue lo que hizo Hipo después. — Tú mismo lo has deducido.

Se queda completamente sorprendido, su mandíbula cae por un momento mientras abría los ojos, claro no todos los días te enteras que tu ama de llaves es un espía. Vuelve a su postura normal — ¿Una espía? — pregunta pasmado — ¿Eres el guardia que enviaron?.

No lo sé tú dime.

— Algo asi — le dije mientras me quitaba las gafas — me hice pasar por tu mucama, en realidad me llamo Astrid Hofferson y pertenezco a S.H.I.E.B agencia de inteligencia, espionaje y antiterrorismo.

Ahora que lo pienso, he dado mucha información.

— No sé que decir... — estaba realmente sorprendido. Es raro ya que si de vedad estaba sospechando de mi no tendría que estar así de asombrado, a no ser...

Diría que me siento aliviada por esto, sin embargo me siento un tanto... ¿Culpable?

Siguió un buen rato callado, los nervios me están matando. Por favor que diga algo.

— Así que, Astrid, ¿verdad?. —me miró de una forma muy rara.

— Eh, ¿Si...? — Bien, logró asustarme.

Antes que me diera cuenta, volvió a quedar encima mio, había olvidado por completo que seguíamos en la cama. Instintivamente llevo mis manos a su pecho para detenerse pero es en vano — Aun así sigues siendo una mujer peligrosa — dijo mientras besaba mi cuello ¿porque este hombre tiene que ser extremadamente seductor? O peor; manipulador.

— Hipo... — suspiro. Por primera vez le llamo por su nombre y no por su apellido. — Detente... — con mucho esfuerzo logro escaparme de su cuerpo quedando sentada sobre la cama.

— Siempre supe que había algo detrás de esa hermosa carita — Dijo él con una ladina sonrisa. No pude evitarlo, me sonrojé.

Bien, es suficiente.

— Quizás quisiste decir "creías'' — dije preparándome para lo que estaba a punto de hacer.