Bad Liar || Hiccstrid

XI

Astrid

¡Maldito maquillaje! No me lo puedo quitar, debí imaginar que sería difícil quitarme todo este kilo de maquillaje y más si estoy apurada. Maquillarse ya no es tan divertido cuando tienes que quitarlo.

Logré poner a salvo a Haddock, suponiendo que estará seguro en el helicóptero en el que lo envié. Por suerte logré venir una hora antes que él, gracias al jet de la agencia que me trajo increíblemente rápido.

Estaba ya por terminar de desmaquillarse lo único que me hace falta son los ojos, creo poder quitarlo a tiempo después de casi 20 minutos retirándolo. Ahora tengo que quitarme el vestido y ponerme el uniforme de mucama y fingir que nada ha pasado.

De pronto escucho como la puerta principal se abre y de esa la voz de Hipo suena.

— ¡Alice! — se escucha enojado, ¿estará así porque su día con Heather salió mal?.

Apresuro a ponerme la ropa y salir, no sin antes retirar el poco maquillaje que había en mis ojos. De pronto la perilla de la puerta se abre y entra Hipo con una mirada totalmente seria.

— Alice...

No había alcanzado a terminar de vestirme, por lo que cuando entró, lo primero que vio fue mi cuerpo semi vestido. Inevitablemente me sonrojé.

— ¡Señor Haddock! me estoy vistiendo — alcanzo a decir con enojo — ¿Le importaría?.

— C-claro yo... — tartamudeo — L-lo siento — vuelve a salir por donde vino.

Apresuro a vestirme y salgo para enfrentar a Haddock con la poca dignidad que tenía.
No sin antes esconder un artefacto bajo mi ropa, siento que voy a necesitarlo.

— ¿Qué necesita señor Haddock?

— ¿En dónde estuviste durante todo este tiempo? — Wow, más directo no pudo ser...

Titube un poco antes de contestar — ¿Aquí...? — tengo un mal presentimiento.

— ¿Estás segura? — alza una ceja, genial, no me cree, yo suelo reaccionar rápido para este tipo de cosas pero por alguna razón hoy no... Incluso estoy empezando a ponerme nerviosa.

— S-si... ¿Porque no habría de estarlo?.

—Tal vez porque a dónde fui, conocí a cierta chica de ojos azules que son idénticos a los tuyos.

Espera, ¿Qué? Oh por un demonio, lo que faltaba. Vamos Astrid ¡Piensa, piensa!

— No soy la única en el mundo con ojos azules señor Haddock...

— Reconocería esos ojos azules.

Increíblemente no sé que responder, estoy muy sorprendida ¿acaso descubrió quien soy en realidad? ¡No puede ser! Porque si es así...

— ¿Qué pasa Alice? ¿Porque no me contestas?.

No se si sea buena idea hablar.
El sólo hecho que descubriera algo arruina todos los planes.
Y así me hago llamar profesional.

— Y-yo... — No sé que decir. Creo que hasta aquí llegó todo.

— Tú... realmente eres una mujer peligrosa — me dijo mientras se empieza a acercarse.