Capitulo14

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Piensa rápido antes de que golpeen la puerta

En medio de un berenjenal, no por el color si no por parecer perdidos en medio de un campo, Michael se negó a irse de allí.

-No podemos irnos, nos meteríamos en muchos problemas si le dejamos aquí.-cerró la puerta del despacho para que nadie viera la "escena del crimen", antes teníamos que pensar en algo.

Mirabamos la escena en el que el yaciente Tom estaba empapado y cubierto de peces brillantes, yo aprovechaba a abrocharme la chaqueta de Mike botón a botón según miraba bastante sorprendida con lo que había pasado, el sonido de los botones abrochandose era lo único que se oía en esa habitación que se había vuelto embrujada en un momento.

-Solo me dan pena los peces.-contestó Michael acercandose de nuevo a mi con cierta rabia que aún no había desaparecido de su cuerpo, y se notaba.

-Y a mi...

-Es un cerdo, si no llegó a subir podría haberte hecho mucho daño.

-Porqué subiste, no te fiabas de mi?

Michael miró abajo y cruzó ligeramente los pies vestidos con mocasines y calcetines, no me iba a ser sincero.

-Si que me fiaba...-efectivamente, mentía, podía notarlo en el turbio ambiente.

Cambie de tema mosqueada.

-Yo ya había abierto la puerta, no me hubiera pasado nada, Superman.

-Superman!?-exclamó en una interrogación enfadada.

-Si, Superman, porque si te hubieras estado quieto, ahora no tendríamos este problema.

-Y dime, qué querías que hiciera al verte así? correr y darle un par de besos y abrazos? darle las gracias por tratar de violarte?-preguntaba con sarcasmo.

-No, habernos ido y, no se, haber denunciado o algo.

-Vale, vale, Julia, tienes razón, pero por el amor de Dios no sabía que iba a acabar así! solo me deje llevar por la ira!-señaló el cuerpo de Tom explicandose.

-No hay vuelta atrás, tenemos que hacer algo, pensemoslo.

-No queda otra, llamare a una ambulancia.

Michael fue al telefono negro que se posaba sobre el escritorio entre papeles y bolis.

-Qué le dirás a la gente?-me crucé de brazos y me senté sobre el escritorio.

-No lo se, la verdad? después de todo lo he hecho con motivos.-marcaba el número de emergencias con el telefono en la mano temblorosa, disimulaba sus nervios demasiado bien, sin embargo, sus manos eran muy delatadoras.

-Sí, es cierto.-le di la razón.

Vi mi cheque encima del escritorio, desenvolví mi cruce brazos y lo tomé.

-Este es mi cheque.

-Metetelo en el pantalón, no me apetecera ver como le reclamas un cheque a este hombre si sobrevive.

Le obedecí.

La personalidad de Michael en situaciones extremas era una muy, muy seria, estando nervioso quería que todo saliera exactamente como estaba planeando para solucionar la situación. No hace falta decir que no se podía discutir con él así. Hablaba claro, directo... era una faceta bastante varonil que incluso me excitaba, pero era mejor no ver esa faceta porque cuando la veías, sabías que las cosas iban muy mal.

Termino de marcar los números y mientras esperabamos una respuesta de urgencias en pitidos cortos, Michael empezó a cotillear con la mano que le quedaba libre los papeles de Tom.

-Qué haces?-le pregunté.

-Mirar.

Abrió el cajón, saco papeles y más papeles hasta dar allí con un albúm dorado de tamaño grande, con letras negras que ponían el nombre de Dior y debajo 1994, la fecha de ese año.

Lo pusó encima de todos los papeles del escritorio, delante mia y delante suya... como si le estuviera leyendo la mente, iba a abrirlo.

-Michael, no lo abras, no te metas en más lios.-le pedí.

No me prestó ni un poco de atención y lo abrió.

El albúm del destape


Abriendo la primera página de ese albúm te encontrabas con las fotos de primer plano de las modelos, algunas fotos tachadas con rojo, yo me encontraba en el número 52 de las 100 que podía haber ahí. Marcada con un circulo.

-Esto me pinta muy mal...-me dijo Michael en un pensamiento transformado en frase por culpa de las cuerdas vocales.

Michael y yo nos sentíamos como si hubieramos abierto la caja de pándora de Tom y eso que solo habíamos abierto la primera página.

Oí una vocecilla salir del teléfono, por fin habían contestado.

-Yo... quería pedir rápido una ambulancia, para la calle...

-36 Street Halls.-le dije.

-36 Street Halls.

La vocecilla se volvió a oír y Michael miró de nuevo a Tom, seguramente le habían preguntado los sintomas del enfermo... enfermo mental...

-Creo que si respira, ha sido un accidente, vera... el accidentado se ha dado contra una pecera grande, la pecera se ha roto y ahora esta insconciente entre los cristales...-explicaba sin saber muy bien como hacerlo, no era algo que ocurriera normalmente.

La vocecilla continuó hablando, cada vez más fuerte.

-Vale, llame a la polícia, creame, ha sido un accidente, yo le he asestado un puñetazo como defensa personal... adiós.

Michael colgó.

La cosa cada vez se ponía peor, no solo por la participación sorpresa del sospechoso archivador.

-Va a venir la polícia?

-Sí.-se limitó a afirmar, volviendo a centrarse en el albúm.

-Tendremos que bajar abajo, nadie sabe que estamos aquí.

-En un minuto.-pasó la página del albúm.

Lo que encontremos en la próxima página de ese albúm que parecía inocente de lejos estando cerrado, contenía en realidad el material más oscuro que jamás podríamos haber visto...
Yo diría que en vez de titularse Dior, tenía que ser "Dios", porque era lo que se exclamaba nada más verlo.

-Dios!-exclamemos al unísono.

-Parecen... capturas de videcámara de este despacho...

-Lo son, Julia.

Eran capturas de videocámaras de una modelo a tamaño mediano lo que adornaba toda la segunda y tercera página... no había más que fotos, no había ni nombres, ni notas, solo las fotos en blanco y negro de mala calidad de una modelo siendo sodomizada, penetrada anal y oralmente por aquel viejo verde.

La pregunta a todo esto era porque un hombre que había llegado tan lejos se dedicaba a guardar fotos de las modelos que se "tiraba" por Dior.

Todo esto solo podía tener una explicación y era que la mente de ese hombre que ahora se debatía entre la vida y la muerte no estaba bien, nada bien.

Michael paso otra página.

-Mira a esta pobre chica, tiene pinta de ha sido obligada como quería hacer contigo...-me señaló a la segunda modelo de la otra página con
tristeza.

La miré, la pobre chica salía desecha en mil posturas del kamasutra y azotada vilmente por Tom con una regla que
en otra foto salía introduciendole por la vagina retorciendose de dolor, más que asqueroso, era inhumano.
Y ella me sonaba a pesar de la mala calidad que ofrecía la cara de la foto.

-Creo que es Natalie Flech, desapareció hace unas semanas de Dior diciendo que nunca más volvería, ahora entiendo porque.

-Y porque ellas no han dicho nada?

-Las habra amenazado... les habrá metido el miedo necesario para que no dijeran nada o algunas pueden haber accedido a lo que les ofrecía a cambio de toda esta... humillación.

Michael cerró el albúm y no paso ni una sola página más, no quería seguir viendo todo ese circo que se había montado Tom con Dior, convirtiendo poco a poco una agencia de modelos en su personal casa de *beep*.

-Con esto como prueba, con lo que te ha intentado hacer y conmigo de testigo, pasara algún tiempo en la carcél... si sale con vida, se que esta mal, pero deseo que no salga...-tomó el albúm y lo pusó entre sus brazos.

-Vamonos abajo y, digamos lo que ha pasado, no creo que te metas en ningún lío, como has dicho, esta más que justificado y este cerdo se lo merece.-me levanté del escritorio.

Lo único que parecía seguro por nuestra parte era que, para Tom nunca habrá una víctima 52.

S.e.x, Drugs & Pop  (Michael Jackson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora