Capitulo 5

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Poetic Blue Eyes

Fui al cine, que estaba vacío, pues los del servicio ya se habían ido todos a sus casas y sentí via libre
para callar las voces del sueño con comida.

El ritual siempre era asi, cada vez que estaba sola, me artaba a comer, no podía evitarlo, era adicta a la comida
y la comida deseaba incrustarse en mi para convertirse en mi grasa.

Michael, cada vez que veía las cantidades insanas de chucherías que faltaban, me decía con una sonrisa
que tenía el metabolismo más veloz que una liebre, teniendo la inocente idea de que después nada vomitaba.

Me puse detrás del mostrador de cine y empece a sacar todo tipo de guarrerías, desde M&M's hasta Kitkat's,
pasando por helados y palomitas.
Engullía todo alli mismo, dejando los envoltorios sobre el mostrador.

-Eres una cerda, siendo modelo, no te mereces esto, no es para ti.-me decía con la boca llena de chocolate, hecha
una autentica marrana.

No se a quién pretendía engañar, empece a vomitar para adelgazar y luego continuaba vomitando para no engordar.

Mis manos se manchaban de azucar de las golosinas, de helado derretido, de chocolate liquido, de caramelo de las palomitas,
de aceite de las patatas fritas... y lamía mis dedos con placer, como una loba desatada que llevaba varios días sin comer.

Después de acabar con toda mi sed de basura, callando mi hambre, callando mis sentimientos, empezo a aparecer la culpabilidad.

Empece a llorar, temiendo de engordar y de ser despedida, todo me pesaba, me sentía vacía en el alma y demasiado llena en el estómago.

Tomé una papelera y arrastre con la mano todos los envoltorios del mostrador, llevandolos hasta ella.
Deje la papelera en su sitio, ella también estaba llena de mis crimenes, haciendo su trabajo, pagando
por el desecho social que era yo.

Una vez tirado todo, recogí las palomitas y los lacasitos que se habían caido al suelo y dando la guarrería final, me los metía en la
boca sin miedo, con lágrimas en la cara, mi cuerpo lloraba sabiendo lo que iba a venir después.

-Maltita zorra, limpia el suelo que pisas con tu lengua, asquerosa tragona.-seguía insultandome.

Corrí lo humanamente posible, pues parecía que mi estomago estaba cargando pesas de 100 kilos y abrí la puerta del baño del cine.

Encendí la luz, levante la tapa y metí mis dedos, el miedo a engordar salió con el vomito.

Adiós a todo, adiós a mi dolor, había tirado de la cadena, otra vez...

Sentada en el cine, masticando un chicle de menta que me quitara el aliento a verguenza, veía una pelicula de amor para
olvidarme de todo.

Michael hizo acto de presencia, al verme se quedo parado observandome.

-Hola...-me saludo levantando la mano, en su pijama de los Looney Tones, como un niño que se había despertado
de su pesadilla, pero yo más bien diría, que en su lado contrario, acababa de entrar en ella conmigo.

-Hola, quieres sentarte a mi lado?

-Sí.

Se sentó a mi lado.

-"Poetic Blue Eyes".-dijo.

-Qué?

-Así se llama la pelicula.

Miremos a la pantalla.

-Poeticos ojos azules..-repeti lentamente.

-Como los tuyos.

Le mire, no podía engañarle.

-Michael, sobre el sueño yo...

-Se que tipo de sueño era, lo supe enseguida y lo confirme cuando no has vuelto a la cama.-decía sin apartar la vista de la pantalla.

-Lo siento, no, yo no quería, no, esto es tan vergonzoso.-me puse nerviosa, rascandome detrás de la oreja, sin saber encontrar
las palabras adecuadas, posiblemente se habían ido con los dulces a alguna alcantarilla.

Me miró tristemente.

-Te gusta ese chico?

-No! y me ofende que me lo preguntes, como me preguntas eso? me ofende.

-Yo ya no se que pensar, Julia.

-Te quiero Michael y no te dejaría por nadie en el mundo.

-Dime la verdad!-gritó el protagonista de Poetic Blue Eyes en ese momento.

-Oh, callate.-le dije a la pantalla.

-Julia.

Le tome inmediatamente de las manos.

-Michael, por favor, pensar en perderte, significaría perderme a mi misma, no ha habido nadie al que haya amado más que a ti y nunca lo habrá.

-Pero a quién intentas convencer, a mi o a ti misma de que eso es cierto?

-Estas enfadado conmigo? por algo que no he podido decidir?

Michael se quedo pensando, eso me dio muy mala señal.

-Escuchame bien, tú me tocas y me vuelves loca, tú me besas y mi mente se va a un inmenso mundo de frescor del cual nadie conoce
la tristeza, me vuelves feliz en cuanto te veo pasar y me haces sentir de una forma que no he sentido nunca,
no me importa lo que me tenga preparado el destino o incluso mis propios sueños, solo te amo a ti y a nadie más,
creeme, Mike, por favor, mis palabras son sinceras.-le apretaba con fuerza las manos.

-Me he comportado como un *****, cierto?-me solto las manos y se levanto con el alma apenada.

-Espera, a donde vas?-me levante dispuesta a seguirle, con el corazón en un puño.

-Por favor, Julia, no me siguas, tengo que irme a mi sitio especial, lo necesito, lo comprendes no?

-Vale...

Michael abrió la puerta del cine.

-Te quiero.-le dije antes de que se marchara para que se le quedaran esas sinceras palabras en su interior.

Se quedó parado un momento y se giró para hablarme.

-Yo también...

Michael se fue y cerró la puerta.

-Y qué se supone que vamos a sacar de todo este *beep* melodrama?-preguntó la protagonista de la pelicula.

Pensé la pregunta.

-No lo se.-respondí con las manos entrelazadas, mirando la puerta por la que se había ido.

S.e.x, Drugs & Pop  (Michael Jackson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora