Capitulo 18

604 31 3
                                    

Tambaleos en el cuarto de baño


Notando tembleques y cierto sabor a cloro en mi boca, Michael hizó acto de presencia en el baño casi sin que me diera cuenta. Angélica se había esfumado.

-Julia, Julia, ¿qué te pasa?

Se agachó de forma inmediata, se notaba mucho que me estaba dando algo no muy bueno, unido a un grandisimo dolor que me comía por dentro, muerte, muerte, muerte. Adiós.

-Michael, lo siento, estoy, estoy, drogada.

Hasta yo pude notar el escalofrío que le recorrió por la espalda y sus pensamientos de que demonios estaba haciendo, se levantó enseguida.

-Aguanta.

Sacó el móvil de su chaqueta y marcó rápidamente lo que sería el número de urgencias, pero, ¿de que serviría llamar a un doctor que no pudiera curar mis problemas mentales? seguría siempre igual, siempre pensaba eso, nuestra relación no se podía mantener como antes porque yo me había convertido en un mounstro. Drogadicta, ex-bulimica esteril y alcoholica, algo compulsiva, Michael no se merecía eso.

-No, no llames.-le decía en baja voz según el móvil comunicaba en espera de una respuesta.

Yo, quería morir, quería que me dejase morir.

-Llamare, aguanta.

Él, sin embargo, se resistía, claro, jamás me dejaría así, en un baño agonizando todo lo que me había buscado yo solita, apoyada contra la pared sin ni siquiera poder levantarme, a punto de perder la consciencia debido al grandisimo coctel de rayas y martinis que me había servido en un bar perdido de la mano de Dios.

-Hola, puede mandar una ambulancia, rápido, por favor, Santa Barbara, 213.

Se volvió a agachar a mi lado y me tocó la frente, sin notarlo apenas yo estaba sudando muchisimo y hiperventilaba.

-Michael, dejame morir.-le sujete el brazo, o más bien lo apoye con mis pocas fuerzas.

-Es una sobredosis.-le dijo al telefono móvil que al parecer pedía mis sintomas.

Michael quitó la mano de mi frente, vi como todos los goterones de sudor caían por su mano empañada un poco por mi maquillaje.

Veía su mirada brillante, de vez en cuando caían algunas lágrimas recorriendo su piel, estaba temblando también, su mano estaba así, muy nervioso, en un estado que parecía haber olvidado que le había dejado la mejilla rojisima por culpa de mis ***** celos.

La situación era horrible, silencio y ruido a la vez, mis oídos pitaban.

-Vengan rápido, gracias.

Michael colgó y dejo el móvil en el suelo.

-¿Porqué? ¿porqué has llamado?

-Porque te quiero, nunca, nunca vuelvas a pedirme que te deje morir.

-Mike...

Michael se levantó y me tomó en brazos, yo estaba como una muñeca de trapo, mis brazos se balanceaban en el aire y apenas podía tomar oxígeno asique tenía la boca abierta tratando de tomar un poco más a duras penas...

S.e.x, Drugs & Pop  (Michael Jackson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora