Capitulo 15

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Malinterpretaciones

Volví a casa deshecha, no tenía ganas de nada, solo de que el tiempo pasase rápido.

Miraba las fotos de Michael sobre la mesa del comedor acurrucada en esta, imaginandome dentro de las diapositivas fotográficas para huir de casa hasta sus brazos.

El timbre de casa sonó.

Lo ignoré.

Volvió a sonar.

Alguien del servicio fue al comedor.

-Quiere que abra?-me preguntó Carmen, una limpiadora con un trapo entre sus manos.

-No... lo se.

-Se encuentra bien?

Me recompuse, quizás era importante.

-Si, no se preocupe, ya abró yo.

Me levanté, deje a Carmen en el comedor y abrí la puerta sin un ápice de motivación.

Lo que pensaba, allí estaba Aaron, apoyado en el marco de la puerta en una pose seductora, vestido como siempre solía hacerlo, pantalones vaqueros rotos, chaqueta de cuero negra y esta vez, añadía una sonrisa de satisfación.

-Qué guapa estas.

-Me puse guapa para Michael.-le dije para cabrearle y así tratar de bajar su nivel de querer poseerme.

-Para despedirte de Michael.-recalcó la palabra "despedirte" con cierto entusiasmo contenido, capullo.

-Cómo sabías que se iba a ir hoy, esta mañana?

-Se lo pregunte.

-Se lo preguntaste?

Tiré de él y cerré la puerta.

-Ven.-le dije sin soltarle guiandole hasta un lugar en el que no nos oyera nadie del servicio.

-Oh, nena.-exclamó excitado, malinterpreto mis tirones.

-Callate!

Según subiamos las escaleras para llegar al dormitorio, los del servicio que pasaban por allí se quedaban mirando.

-No es lo que pensaís!-les grité, no podía controlarme, estaba muy enfadada, la tristeza y la añoranza habían desaparecido para que ocuparan su lugar el enfado y la rabia. No tenía porque aguantar esas miradas y cuchicheos que podrían llegar de forma fácil a Mike.

Todos apartaron su vista de nosotros en cuanto les grite y se desvanecieron de un chasquido nerviosos por mis gritos.

Llegemos a la habitación y cerré la puerta de un portazo.

-La próxima vez cuidado con Sonia.

-Sonia?

-Es mi chaqueta.-se la tocó meticuloso.

No tenía tiempo para tonterías, volteé mi cabeza varias veces para volver al asunto.

-Cómo se te ocurre preguntarle eso a Michael? que pasa si sospecha algo? no sabes que es muy listo?-le pregunte por lo bajo.

-Ey, perdona! no creo que sospeche nada por...

-Habla bajo, quieres?

-Vale, vale.-cambió su tono por uno más agudo.

Me lleve la mano a la frente.

-Escucha, le amo con todo mi corazón y hare esto por él, asi que acabemos cuanto antes, que quieres?

-Mmm, pues...-levantó las cejas.

-A ver, que te estas jugando un guantazo, piensatelo bien antes de decir algo.-le advertí cruzandome de brazos en una pose enfadada.

-Has comido?

-Aún no...

-Ya esta, vamonos, te invito a comer.

Trató de tomarme la mano, yo la aparte rápida.

-Espera, a dónde?

-Yo eligo, mientras no sea un club de streaptease.

-Más te vale.

-Vamonos!-abrió la puerta contento.

-Espera.

-Qué?

-Tengo que cambiarme, vete abajo, allí nos vemos.

-Así estas preciosa.-me lanzó otro piropo.

-Pero no voy para la ocasión, vete.

-Vale.

Se fue y cerró la puerta.

Yo me derrumbe y me eche a llorar, porque me estaba empezando a parecer gracioso y dulce.

Tenía que oír la voz de Michael.

Corrí al telefono de la mesilla y tecleé el número de su móvil impaciente.

Comunicaba, no podía ser cierto.

Colgé, volví a descolgar y llamé de nuevo.

-Di-ga?-preguntó Michael, oía su voz con interferencias, pero era él.

-Comunicaba y se oyen interferencias.-le dije entre llantos.

-Ju-lia, er-es tú? qué... te pa-sa?-se continuaban oyendo esas interferencias.

-Te echo de menos!

-No... te.. oi-go, es-toy en un tu- tu-nel.

Michael se oía como una canción de techno, repetitiva y con sonidos raros.

-Michael! Aaron quiere acostarse conmigo!-le grité, ni me lo pensé, no aguantaba más, al no vomitar, uno de los efectos secundarios era gritar toda la verdad por ansiedad.

Comunicaba de nuevo, se había cortado.

Me llevé la mano a la boca sorprendida de mi misma... colgé lentamente.

Mi mano se deslizo por mis labios y acabó apoyada en la mesilla.

-Lo abra oído?-me lo pregunté a mi misma asustada.

S.e.x, Drugs & Pop  (Michael Jackson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora