21 de agosto de 2015
- Yo, Enrique Maldonado, como alcalde de Talavera de la Reina, en virtud de los poderes que me confiere la legislación del Estado español, os declaro unidos en matrimonio. Enhorabuena, podéis besaros- termina de decir el alcalde del pueblo natal de Miriam, y ella y su ahora marido Javier se funden en un precioso beso.
- Creo que acabo de volverme diabética- pienso.
Los invitados aplauden y los novios se separan sonriendo. Es la tercera boda de una de mis amigas a la que voy en lo que va de año. La boda ha sido por lo civil a petición del novio, ante la negativa de los padres de ella.
Nos repartimos entre los coches que han traído algunos de los asistentes para ir hacia el restaurante en donde se celebrará el banquete. A mí me toca ir con los tíos de Miriam y su prima pequeña.
- Bueno, Rocío, ¿para cuándo tu boda?- dice la tía Sonia mientras el tío Joaquín conduce- Ya estaba tardando en salir la dichosa preguntita-, pienso.
- Cuando le vaya bien al novio- contesto distraída mirando el paiseje desde mi ventana.
- ¿Y cuándo conoceremos a tu novio, Zanahoria?- odio ese apodo.
- Pues no lo sé, tío Joaquín. Primero le trendré que conocer yo, ¿no crees?- él ríe.
- No entiendo cómo con lo preciosa que eres, aún sigues estando soltera- dice- Si me hubieses pillado con treinta años menos, te aseguro que no te habría dejado escapar.
Río por su comentario aunque eso de "preciosa" lo pongo en duda. Siempre he sido la "Pequeña Zanahoria". Mi padre es escocés y me condenó con este color de pelo para toda la vida. A la gente le gusta pero supongo que el rubio quiere ser moreno y el moreno rubio; el alto, bajo y el bajo, alto.
Mi madre y él se conocieron cuando mi padre vino de Erasmus a Madrid. Se enamoraron y él se vino a vivir aquí. Son el perfecto matrimonio. Aún se siguen amando como el primer día y supongo que yo siempre quise algo como lo que ellos tenían. Pero no. Aquí estoy, dama en otra santa boda. El tercer puñetero discursito que tengo que dar en lo que va de año, hablando cínicamente de lo bonito que es el amor. ¿Amor? Eso es un invento del Corte inglés. Lo de mis padres es la excepción que confirma la regla. Me parecen preciosas las bodas y todo el paripé que se monta alrededor de ellas pero eso no va conmigo. Siempre quise casarme pero con treinta y tres años, difícil lo veo. Sobre todo cuando ni siquiera he conocido a nadie especial.
°°°
- ¡Y ahora los novios abrirán el baile!- dice el dj y Miriam y Javier salen al medio de la pista cuando comienzan a bailar All of me.
Mientras bailan, yo lloro como una estúpida junto a otras amigas- vale, no creo en estas cosas, pero es tan bonito-.
La gente se anima y comienza a bailar canciones más movidas y alegres.
- ¿Quieres bailar?- me pregunta un hombre de más o menos mi edad que estaba sentado en mi mesa, y por lo que le escuché decir durante la comida, es primo del novio.
- ¿Por qué no?- le digo cogiendo su mano y yendo hacia la pista de baile.
El hombre no sería seleccionado para modelar para Calvin Klein. Le falta un poco de pelo, le sobran un par de kilos, pero no me voy a quedar sentada viendo como todo el mundo se divierte mientras yo me deprimo.
- ¿Eres de Toledo?- pregunta mientras bailamos una bachata y, a su favor, no baila mal.
- No, nací, crecí y seguramente moriré en Madrid.
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Rocío Y Sus Novios
HumorRocío es divertida, ingeniosa y trabajadora. Un personaje que te recordará a ti misma. Pronto aparecerán en sus vidas dos hombres que lo cambiarán todo para ella. Una historia con una mujer real, con los mismos problemas e inquietudes que todas pod...