- Pero, ¿¡qué demonios pasa aquí!?- oigo que grita Michael, todo esto con el portero sobre mí y yo retorciéndome.- Nada, Señor Frei, una loca que se intentaba colar en su despacho- se levanta y con él a mí poniéndome las manos detrás de la espalda.
- ¡Suéltame, pedazo de animal!- digo apartándome como puedo el pelo mojado de mi cara.
Miro a Michael y él abre sus ojos como platos al reconocerme.
- Rocío- susurra, - ¿qué haces aquí?- dice sin aún creerse que me tiene delante.
- Ya ves, haciendo amigos- digo señalando con la cabeza al gorila que me tiene sujeta.
- Esta loca dice que es su novia- ríe.
- Lo es- dice Michael y la sonrisa se le borra inmediatamente de la cara al psicópata éste.
- ¿Có-cómo? Su... ¿novia?- y yo comienzo a reírme como nunca antes lo había hecho.
En estos momentos soy como una versión aún todavía peor peinada de Bellatrix Lestrange de Harry Potter, pero en pelirroja.
- ¡Te lo dije! Creo que es el mejor momento de mi vida- grito sin parar de reír ante la atónita mirada de Michael.
- ¿En serio, Señor Frei?- pregunta el portero incrédulo.
- Sí, y suéltala inmediatamente- dice con voz autoritaria.
- Lo siento, Señor, Señorita- me suelta de inmediato y baja su cabeza.- Mi trabajo es no dejar pasar a nadie sin identificación- joder, ahora me da pena.
- Jerry, ¿tú ves normal lo que acabas de hacer?- dice saliendo de detrás de su escritorio acercándose a él.- ¡Te has tirado en plancha sobre mi novia!- le grita a pocos centímetros de su cara y él se encoge en su sitio a pesar de ser más alto que Michael. Oinsss... si parece un osito bebé.- Aun si no fuese mi novia, ¡es trabajadora de la maldita empresa!
- Ella no me lo dij...
- ¡No quiero excusas, joder!- le interrumpe.
- Es igual, Michael, sólo hacía su trabajo- le digo y Jerry me mira de reojo sorprendido.
A ver, puede que este tío no me lo haya puesto fácil, pero no quiero que nadie pierda su trabajo por mi culpa. Es más, yo no me hubiese dejado entrar a mí misma con estas pintas. Michael, como era de esperar, me ignora por completo y sigue descargando su furia sobre el pobre Jerry.
Miro hacia el escritorio de Michael y sentado mirando la escena está Gael di Rosi quien me mira y me guiña un ojo cómplice disfrutando de la situación. De repente yo estornudo y Mike me mira.
- ¿Por qué estás empapada?- me pregunta frunciendo el ceño.
- Oh, porque tenía calor y me he tirado a una piscina de camino hacia aquí.
- Vete, Jerry, ya hablaré contigo después - le dice sin mirarle.
- De acuerdo, Señor. Lo siento, Señorita- me dice con cara de arrepentimiento y se marcha.
- Gael, ¿nos puedes dejar solos unos minutos?- pregunta bajando su tono de voz.
- Claro, amigo- le palmea la espalda.- Un placer volver a verla, Señorita Callaghan- me dice.
- Igualmente- dicho esto sale por la puerta.
Cuando estamos solos ambos nos miramos en silencio, tanteando el terreno para ver quién dará el primer paso.
- ¿Por qué estás así?- pregunta señalándome de arriba a abajo.- Tuve que venir corriendo en medio de la tormenta y luego tuve unos problemillas para que me dejasen pasar al edificio- vuelvo a estornudar.
- Es culpa del idiota de Jerry...- dice colocando sus manos sobre su cadera y mira hacia otro lado frustrado.
- Da igual.
Nos quedamos en silencio de nuevo hasta que Mike vuelve a hablar.
- ¿Qué haces aquí, Rocío?- me pregunta en un tono bajo.
Nuestra conversación es lenta y calmada, como si ambos tuviésemos miedo a que la discordia se instaurase nuevamente entre nosotros.
- Estoy aquí por ti- digo simplemente.
- ¿Por qué?- me pregunta con una mirada cargada de tristeza que me parte el alma.
- Porque es lo que quiero. Estar separados durante estos días me ha permitido darme cuenta de que si no estás cerca de mí no sé cómo ser feliz,- me va a interrumpir pero yo le detengo.- Al principio me engañaba a mí misma diciendo que éramos polos opuestos y que no podríamos estar juntos porque siempre estaríamos chocando, pero ahora me doy cuenta de que me tengo que arriesgar. Y ya se que tú me lo has dicho muchas veces pero por fin lo he entendido. Así que aquí estoy, como tú hiciste una vez, he venido a buscarte- le digo sonriendo pero el no quita su expresión neutra y yo hago una mueca.- Bueno, quizás tú lo tuviste más fácil que yo.
- ¿Más fácil?- dice alzando ambas cejas.- ¡Pero si tardé días en que aceptases cenar conmigo!
- Sí, pero tú no tuviste que vivir una Odisea para llegar hasta mí. No te dejo tirado el taxi a mitad de camino, ni tuviste que correr entre el tráfico bajo una tormenta, ni un gorila se te tiró encima...
- Puede que yo viviese algo parecido.
- No creo que Don Perfección se haya despeinado un pelo nunca por nada- me cruzo de brazos y él ríe negando con la cabeza. - Mira, Michael- le digo y nos volvemos a poner serios.- Entiendo que te haya decepcionado con mis dudas y que no hayas querido saber nada de mí estos días porque te hayas cansado de este absurdo juego, pero quiero que sepas que quiero cambiar mi forma de pensar por ti, y que no lo haría por nadie que mereciese menos la pena,- no dice nada, sólo me mira.- También entiendo que quieras llamar a Jerry para que me eche a patas de aquí y que no debía haber irrumpido de esta forma en tu empresa y que vas a necesitar comprar un par de fregonas por el estropicio que te en dejado por medio edificio y que...- no puedo hablar más.
Michael sujeta mi cara con ambas manos y me besa con ansiedad, como si no existiese nada más allá de nosotros dos.
- Que no he querido saber nada de ti... - me dice apoyando su frente con la mía.- He tenido unos cuantos espías por la empresa de Madrid. Sé hasta lo que has comido ayer.
- ¿¡Qué!? ¿Quienes eran los chivatos?- le digo frunciendo el ceño.
- Un mago nunca revela sus secretos, cariño- dice con su risa ronca que tanto me gusta.- Por cierto, me acabo de enterar de que somos novios, ¿tú sabías algo?
- Sí, bueno, es que si no Jerry no me iba a dejar pasar así que intenté de todo para poder entrar- digo riéndome.
- Me encanta que hayas dicho que somos novios. Suena maravilloso- me dice dándome un suave beso en los labios.
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Rocío Y Sus Novios
HumorRocío es divertida, ingeniosa y trabajadora. Un personaje que te recordará a ti misma. Pronto aparecerán en sus vidas dos hombres que lo cambiarán todo para ella. Una historia con una mujer real, con los mismos problemas e inquietudes que todas pod...