-Tenemos a Andrew...- dice Héctor. Veo como la pequeña abre los ojos sorprendida y creo que algo asustada. Termino de guardar las cosas en el botiquín y me levanto del taburete lentamente. Me dirijo hasta la puerta, esta vez con más rapidez.
-¿Dónde está?- le pregunto a Héctor. Él me contesta que está en el taller y me dirijo hasta allí andando a paso ligero. Llegamos rápidamente y Héctor nos guía hasta el cuarto donde guardamos los utencilios de limpieza. Kike y Manu están en la puerta esperando que llegue. Los saludo rápidamente y saco de mi bolsillo el manojo de llaves que tengo de todas las puertas. Busco entre ellas la verde lima y abro.
-Dejame salir Manu o lo lamentaras- dice. El muy maldito no me ha reconocido. Avanzo un par de pasos y veo que su rostro se descompone notablemente. Ahora sí me ha reconocido.
-Ya te lo advertí una vez, hace tres años...- le digo lentamente, hasta yo mismo noto mi tono de voz, profundo y cargado de ira pero no es para menos. Su gilipollez casi cuesta una vida- no me has echado cuenta, ahora atente a las consecuencias- tras decir esto, llega el primer puñetazo.
-Levantate- le digo. Veo como comienza a sangrar por su labio inferior. No me importa. Lo tomo por el cuello de su camiseta y lo saco del pequeño cuartito a rastras- levantate- le repito. Él se levanta mientras levanta el mentón queriendo hacerme frente. Mala idea. Le empujo hasta que queda frente por frente a la pequeña- la otra noche la hiciste chocar...- le digo- vas a pagar por eso y escuchame bien, como le pase algo no sales vivo de ésta- mi furia crece aún más y tras decir esto le propino un tremendo puñetazo en la boca del estómago haciéndole caer de nuevo al suelo. Sin dejar que se levante me monto sobre él y comienzo a darle puñetazo tras puñetazo.
-Para J.D. es suficiente, por favor...-escucho decir en un susurro a la pequeña. Noto como agarra, firmemente pero sin usar fuerza apenas, mi brazo derecho cuando me disponía a golpearlo de nuevo. Normalmente seguiría golpeándole pero mi ira se desvanece lentamente. Mi adrenalina baja y me levanto, como impulsado por un resolte, de encima de Andrew. Le dirijo una mirada de asco y me alejo un par de pasos de él, viendo como la sangre no deja de salir de su labio y su ceja y como en su pómulo derecho y en la parte inferior de su mandíbula comienza a crearse moratones.
-Lleváoslo rápido, como Alex lo vea lo termina de matar él- le digo a Kike, Manu y Héctor. Ellos actúan rápidamente, llevándose a quien sabe donde a Andrew.
Me giro lentamente y veo que la pequeña no hace más que temblar. Me acerco a ella, con la simple intención de abrazarla pero veo en sus ojos reflejado el enfado que tiene. Sus ojos brillan peligrosamente pero en mí no causa más que el aumento de mi apetito sexual por ella- Jeannette, casi te mata, se lo merecía...- es lo unico que le digo a continuación,luego me marcho de allí. Necesito una copa. Entro en mi despacho y abro el pequeño mini bar para urguencias. Tomo una botella de Whisky y lleno un vaso hasta la mitad. Devuelvo la botella a su lugar y me siento en mi sillón para tomarme la copa tranquilo. Entonces dos ojos verdes vuelan a mi mente. Los ojos de una pequeña que no debería de mirar. Una pequeña que está lejos de mi alcance pero que me hace perder la poca cordura que me queda en estos instantes. Voy a darle un trago a la copa cuando mi pecho se comprime dolorosamente. Me llevo la mano al pecho y noto que mis pulsaciones están aceleradas. Me acerco de nuevo el vaso a la boca pero esta vez siento arcadas. Termino dejando el vaso a un lado. Maldita sea, ya ni beber puedo.
Por último decido arreglar algo de papeleo para despejar la mente, centrarme en otras cosas más triviales.
No pasan ni diez minutos cuando alguien llama a la puerta. Le digo que pase de mala gana, no quiero recibir a nadie y quien sea, puede esperar. Tras casi un minuto decido que puedo levantar la vista y prestar atención a lo que me tengan que decir.-Perdona, estaba mirando unos doc...- enmudezco al ver que es la pequeña, enseguida noto un pequeño sentimiento de arrepentimiento por hacerla esperar. Simplemente lo disipo adoptando una postura de superioridad a la vez que me pongo en pie- si vienes a echarme en cara que le pegase a Andrew, puedes irte, no tengo porqué justificar mis actos ante nadie...- le digo bruscamente.
-No venía ha echarte nada en cara ¡estúpido¡- me dice enfadada la pequeña. Veo como el rubor tiñe sus mejillas. Hasta enfadada es arrebatadoramente sexy- pero déjalo, mejor ponte estúpido con otras que seguro que la tienes a patadas. Ha sido una idiotez venir a hablar contigo- añade aún más enfadada. Veo como evita mi mirada y se da media vuelta para marcharse. Agarra el pomo dea puerta dispuesta a marcharse pero actuo con rapidez, la agarro de la muñeca y rápidamente la acorralo contra la pared, dejándola a escasos centímetros de mi cuerpo.
-¿Celosa?- le pregunto. Está celosa, lo sé y eso me provoca diversión- siento mucho no poder cumplirte en eso de mantenerme alejado de ti pero merece la pena estar cerca de ti- le digo justo antes de acercarme a ella hasta rozar sus deliciosos labios. Levanto la mano lentamente y, suavemente, acaricio su mejilla mientras la tiento con el roce de nuestros labios. Aunque más que tentarla a ella me tiento yo- quizás no quieres que te bese...- le digo divertido. Quiero poner a prueba su orgullo. Pasan los segundos y ella no dice nada, su orgullo gana. Río sin poder evitarlo y veo como cierra fuertemente los ojos. Termino de acercarme y junto nuestros labios en un beso lleno de morbo y lujuria que hace que mi sangre hierva. Noto como ella juega con mi lengua y mi erección comienza a crecer dolorosamente. Apretándose contra mis pantalones. Ella atrapa mi pircing con sus dientes y juega con él y me exita aún más. Entonces la escucho jadear débilmente y mi aguante estalla. Me aprieto aún más a ella, acorralándola totalmente contra la pared. Aumento el ritmo de mi beso pero ella cominza a moverse intranquila contra mi cuerpo. De pronto me empuja, separándome completamente de ella. La miro a los ojos y ellos reflejan miedo. No me da tiempo a nada más ya que ella se marcha con prisa de mi despacho. ¿Qué coño ha pasado? Me siento de nuevo en el sillón, bastante frustrado. Veo el vaso de Whisky y me lo tomo de un solo trago. Esta vez mi cuerpo no se resiente.
Llego a casa muy mareado. Apenas veo la cerradura pero tras varios intentos logro abrir y entrar. Subo las escaleras a tientas, realmente jodido pero no me importa, no es la primera vez que llego así.
Tras varios tambaleos y mareos llego a mi habitación y me tumbo en la cama, todo dando vueltas a mi alrededor pero me da igual.
-De nuevo, mi antigua vida...
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No me quedaba otra más que amarte
RomanceMi vida era una miseria, tan sólo rodaba alrededor del alcohol y chicas que no conocía. Trapicheos para vivir con los lujos de los que dispongo. Carreras y velocidad. Velocidad, y mucha, pero nada más. Hasta que mi mirada choco con la suya, esos oj...