Capítulo 10 Maratón (3/4)

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Doy un trago y noto el ardor del alcohol correr por mi garganta. Miro a mi alrededor, la gente solo disfruta del ambiente del local y yo trato de hacerlo. El camarero se acerca y pido otra copa, no tarda en traérmela. Agarro el vaso pero no lo levanto de la barra. Me quedo mirándo el líquido ambar perdido en mis pensamientos, pensamientos que giran alrededor de Jeannette. Esa chica hizo que parase de golpear a Andrew, me tranquilizó cuando me desperté de la pesadilla que cada noche se repite, hace que desée besarla cada instante...
-Hola- me dice una voz femenina. Me giro para ver quien es pero no la conosco- ¿Puedo sentarme?- me pregunta. Asiento mientras la observo detalladamente. Rubia, de ojos azules y con curvas exageradas, quizás operada. Lleva un vestido demasiado corto color crema que resalta su moreno, moreno que no supera al de la pequeña...¡J.D.!
-¿Qué pasa, guapa?- le digo mientras ella se sienta en el taburete que está a mi izquierda. Veo que sonríe y ya me doy cuenta de lo fácil que me lo va a poner.
La charla se torna algo forzada, aunque hay que ser sincero, apenas hemos hablado de algo interesante. Me he dedicado a piropearla y tantearla. Tras varias copas más, me encuentro siendo casi literalmente arrastrado por la rubia hacia los baños de hombres. Apenas entramos cuando ella ya está sobre mí, intentando besar mi cuello y quitarme la camisa. La deja hacer tranquilamente mientras mis manos vuelan a sus operados pechos a través de la fina tela del vestido que no deja nada a la imaginación. Varias veces he imaginado tocar delicadamente los pechos de la pequeña y eso bastaba para exitarme dolorosamente, ahora en cambio, no siento nada. Levanto el vestido dejando al descubierto un diminuto tanga que arranco sin miramientos. Sus manos bajan rapidamente a mi entrepierna y la escucho jadear, aunque aún no estoy al cien por cien. Cierro los ojos y apoyo la cabeza en la pared de azulejos del pequeño cubículo mientras noto que ella mete la mano dentro de mi bóxer y coje mi pene entre sus manos. Entonces los ojos de la pequeña vienen a mi mente. Imagino que es ella quien me toca y eso basta para que termine de exitarme por completo. Sin abrir los ojos cojo a la chica por la cintura y la hago agacharse para penetrarla fuertemente tras colocarme rapudamente un condón que la chica llevaba en las tetas. La chiquilla ya tenía pensado follar esa noche, eso dice mucho de ella. Imagino que es el diminuto pero jodidamente sexy cuerpo de Jeannette y comienzo a embestir fuertemente dentro de ella, que no para de jadear escandalosamente. Imagino su oscuro pelo ondeando por su espalda con cada embestida y aprieto aún más las caderas de la chica, aunque en mi mente mis manos están acariciando delicadamente la satinada y suave piel de la pequeña. Tras varios embistes más me corro en el condón. Me tomo unos segundos hasta que mi respiración se normaliza y salgo de ella para quitarme el condón,tirarlo en la papelera y salir de allí como alma que lleva el diablo.
Me monto en el coche y echo la cabeza hacia atrás para apoyarla en el cabezal del asiento. Me he follado a una tia pensando en la pequeña, esto no está para nada bien. Nunca me ha pasado esto y no debería pasar. No debería pensar en una chica cuando me follo a otra. Esto es increíble. Arranco el coche y me marcho a casa.

*Una semana después*

-Yo quiero ir al Karma- replica Abi. Escucho desde mi habitación como discute brevemente con Alex sobre donde iremos. Termino de abrochar mi camisa azul marina. Termino de atar los cordones de los zapatos y salgo al pasillo. Veo que Alex a optado por su camisa color crema y unos pantalones vaqueros similares a los míos. Abi lleva un vestido que le llega a la mitad de los muslos de color negro que tendré que tirar hacia abajo para evitar que me dé algo y unos tacones como andamios de color crema a juego con el bolso y con Alex. Por último veo a la pequeña. Lleva un body de encaje que tan solo tapa la parte de los pechos y que el resto lo deja entre ver y unos vaqueros ceñidos claros. Lleva el pelo completamente rizado y unos tacones color rojo vivo que hace sus piernas aún más esbeltas. Joder, casi ni he notado que estaba aguantando la respiración. Esta es mi noche. Hoy tengo que volver a tenerla en mis brazos para besarla libremente, acariciarla y abrazarla. Decidido, conforme la noche pase, la apartaré de todos y hablaré con ella. Mientras la vigilaré para que ningún imbécil se pase de listo.
Mi primer paso, dividirnos en dos coches, el de Alex y el mío. En el de él va mi hermana y Alex, en el mío, la pequeña y yo. Durante el camino intento entablar algo de conversación pero la pequeña parece desganada, decido dejarlo estar. Tenemos toda la noche para hablar.

Llegamos como a las doce y media a la discoteca Karma. Sí, mi hermana siempre gana. Nada más entrar, Abi arrastra a Jeannette hacia la pista de baile donde las pierdo de vista. Me acerco a la barra y pido un Ron con Coca-Cola y me hago hueco entre la multitud con Alex pisándome los talones hasta llegar al reservado que Héctor a pagado para todos. Tomo asiento en uno de los sofás desde donde se ve toda la pista de baile y busco con la mirada a Abi o a la pequeña. Las encuentro alrededor de una mesa alta tomando unas copas. La pequeña mueve sus caderas lentamente y desde aquí me está provocando bastante.

Es que la nena fina salió delicuente, no es ninguna santa es una daña mentes, su comportamiento siempre diferente y en la cama me lo hace como demente...

Me levanto mi asiento y bajo las escaleras del reservado para llegar hasta ellas. No tardo en encontrarlas bailando mientras charlan y sonríen. Me acerco a ellas y comienzo a hablar con Abi y la pequeña. Tras unos minutos Abi decide marcharse con Alex y me deja a solas con la pequeña. Me acerco a ella por su espalda y me pego a ella cuidando que ni Alex ni Abi me vea.
Su cuerpo se detiene y me mira de reojo.

-Creí que mantendrías una distancia- me dice ella. Frunzo el ceño mientras mi cabreo vuelve. Intenta tranquilizarme, sabía que me lo pondría difícil.

-Es fácil decirlo, hacerlo...- le digo intentando sonar juguetón. Ella se gira por completo y levanta una ceja mientras toma la copa y bebe.
-J.D., sabes que no caeré en tu juego- asiento cosciente de mi enfado. Le indico con la mano el reservado, para que sepa donde estamos y me marcho.

Estoy en un sofá bebiendo y fumando cuando veo a un chico acercarse a Abi, que hace rato se fue con Jeannette, y a la pequeña. Veo que charla con la última y los celos hacen acto de presencia. Hace años que no siento ésto, hace años que no quiero partirle los huesos a un tío que se acerca a una chica, sencillamente porque desde Diana, no he sentido nada que no fuera exitación por otra.

Imaginate... Tú y yo bajo la lluvia intensa y besándote, lo nuestro no se acaba, descontrólame, sin ti el amor no es nada así que ven pégate que esta noche se nos dé...
Veo como el chico le invita a una copa y como se pasan los minutos charlando alegremente. Mi sangre hierve como nunca. Salgo del reservado y voy para la barra donde pido un Whisky. Me lo tomo de un solo trago y me voy en busca de algún polvo para despejarme. No tardo en encontra una tía, morena, que quiere juego. Comienzo enseguida a besarme con ella y tras unos breves besos acabo en el baño, follándomela, pero pensando en que es la pequeña...

No me quedaba otra más que amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora