Intenté soltarme, pero él seguía ejerciendo presión en las zonas correctas.
- He dicho que no te muevas - me repitió en un susurró.
Yo apreté más a Dama contra mi cuerpo. La perra ladró.
- Suéltala - me dijo y yo negué con la cabeza - Si quieres recuperar a Thomas suéltala - seguía teniendo a la bola de pelos en mis brazos - Ya - me ordenó de forma autoritaria.
Yo la solté y tiró de mí hacia una habitación. Antes de que me diese cuenta estaba saltando una ventana de vuelta a la calle.
¿Me está jodiendo? Tengo dentro a mi perra y a Thomas y me está sacando de la casa.
- Necesitamos un plan - me dijo tirando con más fuerza de mí. Saltamos vallas, verjas y nos alejamos bastante de la casa.
Le examiné y llevaba una sudadera ancha, no era típico en su vestuario. Una gorra que ocultaba parte de su cara y unos pantalones medio gastados.
- ¿Qué coño haces aquí Dylan? - le grité desesperada.
No conseguía quitármelo de encima ni con agua caliente.
- Cálmate princesa que al menos conmigo tienes una oportunidad.
Le di una bofetada en la cara juntando toda la adrenalina que quedaba. Le empujé el pecho con el dedo indice y le dije lo más desafiante que pude:
- No me vuelvas a llamar así en tu vida.
Movió los hombros como si se estuviese desestresando y habló de nuevo más tranquilo de lo que me esperaba.
- Hay que pensar como sacar a los dos de allí.
- Si me hubieses dejado llevarme a la perra solo sería uno - le dije medio gritando y de los nervios.
Acabo de encontrar a la perra de nuevo y ya me la van a quitar. Incluso quizá la maten esta vez porque ahora también tienen al otro. Y mira que le dije que no viniera, eso era lo que esperaba Gale. Que me acompañase un caballero de brillante armadura, y cuando yo fuese a por la perra encargarse de él.
Y volvió la pregunta de antes a mi cabeza.
- No enserio - le comenté ya más calmada - ¿Qué haces aquí?
- No vamos a hablar de que hacía yo allí o no... Tenemos que sacar a dos seres vivos de esa casa infernal.
- No es tan infernal - murmuré para mí misma. Había vivido allí tres años y fui feliz.
Estábamos en un parque. No nos llevábamos bien. No tenía ni idea de como entrar sin ser descubierta. No sabía si estaba Gale o solo sus chicos. Y no sabía cuántos había...
Maravilloso. Y yo que pensé que era mi día de suerte.
- Vale a ver vas a entrar tú y yo te voy a cubrir las espaldas...
Se calló en cuanto oyó un motor de un coche. Me empujó hacia un árbol. Deberían de ser algunos de la banda de Gale revisando la zona, debido a que me había escapado de la casa.
- Bésame - susurró cerca de mi boca.
- No ha... - pero no me dejó acabar. Iba a decir que no hacía falta, que así no me veían.
Su cuerpo se pegó a mí y me tapaba considerablemente. Sus labios estaban unidos a los míos al principio estaba muy quieto, esperando a algo. Pero en cuanto puse las manos en su pecho para empujarle, ya que mi espalda estaba contra un árbol y el único que se podía apartar era él, me besó.
