De camino a nuestra calle, traté de disfrutar de nuestros momentos juntos, pero el estaba mas callado de lo usual y ya había agotado la conversación básica, así que saque mi cámara y baje el cristal esperando alguna imagen interesante que capturar.
-________ por favor-, murmuro Shawn entre dientes mientras yo tomaba una fotografía de dos niños esperando pasar en un alto del semáforo.
Me gire con una sonrisa y la cámara en la mano.
-Tenia que tener esa imagen-, le asegure mientras el rodeaba los ojos.-Shawn-. Llame y el se giro para ser captado por mi lente.
Me reí de su cara de sorpresa justo antes de que arrancara el auto apretando la mandíbula.
-¡Ya basta!- dijo molesto y yo fruncí el seño mirando la cámara en mi regazo.
-No es la primera vez que lo hago- argumente.
-Pues quizá es la primera vez que admito que no me gusta ¿nunca lo has pensado?, vas con tu camarita sin pedir permiso a nadie. ¿Qué te da derecho a fotografiarnos?- termino mientras yo parpadeaba para alejar las lagrimas que se agolpaban en mis ojos.
Los siguientes minutos antes de llegar al frente de mi casa se hicieron interminables e incómodos, por fin cuando aparco yo guarde la cámara que aun permanecía entre mis manos y acomode la mochila en mi costado mientras ponía mi mano en la manija de la puerta.
-Lo siento-, murmuro Shawn casi sin voz y yo cerré los ojos, esta vez no solamente había indiferencia, esta vez se había comportado como todos "sus amigos", criticando lo que yo amaba.
-Siempre he tomado fotos Shawn, pero no te preocupes no volveré a tomarte ninguna, soy capaz de entender las cosas ¿sabes?-, le murmure mientras el se pasaba una mano por el cabello.
- ______-; me llamo pero yo solo abrí la puerta y baje.
-No te preocupes, nos vemos mañana.-, le asegure cerrando el auto y me gire dándome cuenta que era la primera vez que me despedía sin un tibio beso en la mejilla.
Hice mi tarea después de cenar, ya había oscurecido cuando terminaba el reporte de la clase de literatura inglesa. Me cambie la pijama y me puse a mirar las fotografías que había revelado en la escuela, casi siempre juntaba cuatro rollos, uno por semana y miraba las tomas.
Había sacado dos el mes pasado de mi novio, al menos oficialmente eso era, mi novio, aunque ya no estaba muy segura, Shawn ni siquiera se comportaba como uno, no del modo en que yo deseaba, no del modo en el que un chico enamorado se comportaba.
Una de las fotografías era de él terminando un entrenamiento, otra mi favorita, era una de la que no se había dado cuenta, la había tomado desde lejos, él estaba enfrente de su casa casi perdido en sus pensamientos.
El teléfono sonó distrayéndome, algunas fotografías cayeron al suelo mientras me levantaba de la cama para contestar.
-Mi papa es un imbécil-, murmuro Shawn molesto al otro lado de la línea.
Todo dentro de mí se revolvió: enojo, alegría, amor, frustración y tristeza. Para Shawn seguía siendo la mayor confidente, pero no quizás la mejor novia, me daba miedo que lo notara y que se diera cuenta que le funcionaba mejor como amiga solamente, quizás su cariño y el mío no eran iguales.
-¿Por qué?-, le pregunté sentándome en la cama mirando las imágenes en el colchón.
-Esta saliendo con Jesica forld-, contesto entre dientes.
-¿La bibliotecaria?-, pregunte por reflejo, entendía la reacción de Shawn, él y su papá habían sufrido mucho cuando su madre murió, justo una semana después de que el cumpliera nueve.
Y aunque comprendía la reacción de Shawn, no podia negar que su padre merecía otra oportunidad de rehacer su vida.
Esperaba que Shawn entendiera poco a poco.
-¿Te lo dijo él?- , pregunte ante su silencio.
-Si, salió con ella en una cita, dice que es la primera, pero en realidad no creo que él no se la haya jodido-, murmuro con un tono hosco.
-Shawn-, le regañe cerrando los ojos.
-Lo siento, es solo que estoy molesto-, aseguro mientras yo miraba de nuevo las fotografías, particularmente la de él sentado en su porche.
-Voy a tu casa-, le informé antes de colgar.