Max condujo la Explorer hasta mi casa, los primeros minutos fueron en silencio más bien debido a mi timidez.
-Y bien, ¿algo qué me cuentes sobre mi hermana?, algo que sirva como soborno me vendría bien- dijo Max sonriendo.
- Le gusta Nick el editor del periódico de la escuela, es un chico muy simpático y a él también le gusta - le dije, sintiéndome un poquito chismosa, bien, se lo merecía por mandarme a solas con su hermano, ademas no es como si ella pudiera negarlo, cada vez Nick lograba acercarse más.
En vez de burlarse, Max solo sonrió.
-Me alegro- murmuró mientras yo sonreí igual.
-También yo- le contesté.
De nuevo hubo un silencio de varios minutos.
-¿Y a ti te gusta alguien?- preguntó Max mientras yo miraba por la ventana.
-Si, pero para que sea algo bueno deben de ser dos, ¿o no?- susurré sin girarme hacia él.
-Que lástima... por él- dijo al fin haciéndome reír.
- Un gran cumplido pero innecesario, no soy la reina de la escuela o algo asi- admití.
-¿Y a quien diablos le importa?, la verdad está en el mundo real, detrás de las porristas y los equipos de debate, todos somos solo personas, y tú eres una persona bella e interesante- replico Max antes de aparcar frente a mi casa.
Lo miré creyendo cada una de sus palabras por un segundo, era imposible no creerle a sus ojos.
-Gracias por traerme- murmuré mientras el sonreía y me quitaba un mechón de cabello del rostro.
-Espero verte de nuevo antes de irme, tal vez podríamos hablar más, cuando vivía aquí casi nunca lo hicimos- explicó Max, pensaba en una respuesta justo antes de verlo fruncir el seño.
-¿Quién es?-, preguntó Max mirando hacia mi casa. Me giré deseando que no fuera quien yo pensaba.
Shawn nos miraba a solo unos pasos del porche. No contesté a la pregunta de Max y él no insistió, bajó de la camioneta y abrió mi puerta para ayudarme a hacer lo mismo.
-Gracias- murmuré de nuevo mientras él echaba otro vistazo hasta el chico malhumorado (Shawn) que nos observaba a cierta distancia.
-¿No tendrás problemas? - preguntó Max y yo solo sonrei sin humor, no más que los ya había tenido.
-No, no te preocupes, estoy en casa- le susurré antes que él asintiera y subiera a la camioneta, alejándose lentamente como si aún no estuviera completamente convencido que fuera buena idea dejarme a solas con Shawn.