Capítulo once.

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Llegué a su jeep antes que él, solo un momento antes, Nick me saludó con la mano a varios autos de distancia y yo le correspondí con una sonrisa.

-No parece que hubieras estado enferma- dijo Shawn a mi espalda y por su tono de voz, la molestia era evidente. Me giré con la mejor sonrisa que pude.

-¿También quieres un justificante?- , pregunté en broma y él solo negó con la cabeza, medio sonriendo y murmuró que subiera al auto.

Miré por la ventana la mayor parte del camino, reuniendo fuerzas.

-Deberias tomarte una foto-susurró el finalmente y yo fruncí el seño mirándolo.

-¿Por qué?- pregunté genuinamente confusa.

-¿Cómo lo dices?, es algo digno de capturar en una imagen...Aunque sinceramente, no entiendo a qué se debe el cambio-terminó.

-A ver si entendí bien, ¿me estás diciendo que me veo bien pero que piensas que debe haber un motivo detrás?- inquirí mientras el sonreía.

-¿No fue un muy buen cumplido, verdad?-preguntó con una sonrisa.

- No buscaba uno- dije encogiéndome de hombros y noté su mirada sin que me permitiera mirarlo de frente.

-¿Te aburriste estos días?-preguntó.

-No, la verdad es que estuve pensando mucho- admití rezando para que la voz me saliera firme para las siguientes palabras.

-¿En que pensabas?- dijo Shawn

-¨Bingo¨-pensé.

-Cosas como... por ejemplo, ¿Por qué nunca lo hemos hecho?-pregunté con voz neutra, él dio un volantazo inofensivo pero aun asi me hizo tensarme por completo.-Por que somos novios y se supone que estamos deseosos de hacerlo, ¿no?- terminé justo cuando él giraba para avanzar por nuestra calle.

-¿En eso pensabas estos días?- preguntó en voz baja sin mirarme.

-Si, ¿Tú que piensas?... ¿Por qué no lo hemos hecho?-pregunté esperando que aunque me impidiera terminar con mi plan, él me dijera la verdad: ¨Porque no te quiero __________¨.

-No lo sé - contestó en cambio. Sus ojos buscaron los míos y por un momento no fui consciente de nada más.

-Supongo que no importa, ¿cierto?- pregunté mientras me colocaba la mochila y tomaba la manija de la puerta.

-Espera-, murmuró. Me estremecí cuando su mano tomó mi hombro, sus dedos se deslizaron hasta mi cuello y me giró lentamente, de pronto él esta muy cerca, demasiado.

-Shawn, yo...

No pude terminar pues él me estaba besando; un beso real, un beso apasionado como en mis mejores sueños, sus manos enmarcaban mi rostro y su lengua buscaba que yo la dejara entrar en mis labios. Sin poder evitarlo quise probarlo, por un momento olvidé todo y solo pude sentirlo, las lombrices habían regresado ¨traidoras¨, todo mi cuerpo parecía vibrar, nuestros labios se rozaban una y otra vez mientras nos probábamos.

El murmuró mi nombre bajito y eso regresó todo de golpe, como un choque eléctrico. Me separé de sus labios y me miró sin soltarme, pegando su frente a la mia, sin notar lo tensa que estaba mi espalda.

-Te extrañé- murmuró con los ojos cerrados y yo no pude evitar odiarlo en ese momento, ¿no era suficiente con estar haciéndome un favor?, ¿tenia que mentirme también?

Me alejé obligándolo a soltar mi rostro y me despedí rápidamente entrando a mi casa.

Quizás era verdad que si jugabas con fuego podrías quemarte, ¿Cómo iba a hacer que él dijera que me queria para luego dañarlo si con un solo beso yo me olvidaba de todo?, ¿si con un solo beso todo lo que sentía por él inundaba mi cerebro y aun herido mi corazón comenzaba a latir como loco?

Era imposible, casi suicida.

Estaba decidida a alejarme de él y olvidarme de las venganzas absurdas que solo lograrían destruirme un poco más.

Me pasé la tarde en la habitación evitando a mi mamá y su sonrisa cómplice después de que hubiera admitido que nos habia visto por la ventana.

Estaba a punto de ducharme cuando sonó el móvil. Me obligué a contestar la llamada de Shawn pues lo habia dejado sonar hasta el quinto timbre y no colgaba.

-¿Puedes venir?- preguntó sin más. Yo parpadeé, mirando mi habitación pensando un ¨no¨ sin poder pronunciarlo.

-¿Por qué?- pregunté en cambio.

-Por favor ______________-, pidió casi molesto. Yo cerré los ojos aunque fui incapaz de callar mi corazón.

-Solo necesito hacerles creer que me voy a dormir, no hay manera de que me dejen salir, es bastante tarde ¿está bien?- terminé mientras él murmuraba la hora seguida de una maldición. Él dijo algo más en voz baja y luego colgó, fruncí el seño al móvil y pensé en no moverme de mi habitación, pero supe que eso seria imposible, lo cual demostraba que jamás podría dañarlo como él hecho conmigo, lo quisiera o no.

OTRA OPORTUNIDAD. »Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora