Capítulo doce.

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Mi escapada duro más de lo esperado...

Me despedí para ¨irme a la cama¨ después de que mamá corroborara que había cenado algo ligero. Acomode la cama de tal manera que pareciera ocupada y esperé unos minutos más antes de ir al patio trasero y salir por la puerta posterior, tuve que rodear una calle antes de poder llegar a la casa de Shawn.

Esperaba encontrarlo en el porche, pero el frente de su casa estaba en completa oscuridad. Me coloqué la mochila firmemente contra mi hombro, pensando interiormente que era algo ilógico haberla traído y me acerqué hasta tocar la puerta. Él abrió segundos después y me miró casi molesto.

-Pensé que no vendrías-murmuró haciendo un gesto con la mano para que pasara, me quedé estática en el poste.

-¿Y tu papá?- pregunté en voz baja.

-Muy buena pregunta- se burló y se alejó de la puerta, obligándome a seguirlo dentro.

Cerré la puerta a mis espaldas y respiré hondo, Shawn iba subiendo las escaleras de su casa de dos en dos.

Dos minutos, sólo necesitaba que alguien lo escuchara, como siempre.

Además ya estaba debidamente comprobado que Shawn sería el ultimo hombre al que le interesaría tenerme en su habitación. Me detuve en el marco de la puerta, él se había sentado en la orilla de la cama, enterrando el rostro entre sus manos.

-¿Dónde está?- pregunté en voz baja. Ambos sabíamos que hablaba de su padre.

-Va a pasar la noche con la bibliotecaria- gruñó Shawn sin mirarme.

Suspiré comprendiendo todo. Al menos su actitud de esta noche. Me acerqué lentamente hasta llegar a su lado, me senté junto a él, dejando una cierta distancia.

-Tu padre ha estado solo mucho tiempo- murmuré mientras él reía sin humor negando con la cabeza.

-No trates de justificarlo. Habia tratado de convencerme de que podia enamorarse de nuevo, pero que toda la relación con esa mujer se desarrollaría paso a paso, con suerte yo ya no estaría para verlo, pero esto no se trata de amor, se trata de que él encontró alguien con quien follar-, terminó entre dientes.

Me quedé callada, sintiendo mis mejillas enrojecer.

Movi mis piernas incomoda en el silencio siguiente, eso pareció llamar su atencion, sus ojos recorriendo la piel expuesta por la falda haciendo que se me pusiera la piel chinita y que para mi sorpresa las lombrices regresaron moviendose en mi estomago.

-Debería irme- murmuré.

Él levantó la vista por fin, sus ojos parecían confusos, enojados... y
dolidos.

- ___________te necesito-susurró casi sin voz.

-¡Qué novedad!- repliqué levantándome, lo escuché moverse cuando caminé hacia la puerta.

Shawn siempre me necesitaba como necesitaría a una mascota.

-¿Qué?-murmuró deteniéndome y forzándome a girarme y mirarlo.

Estaba demasiado molesta y confusa para callarme.

-Siempre es sobre lo que tú necesitas-, le expliqué en voz muy baja, él me miró por largos segundos en silencio, con sus ojos cafés observándome intensamente.

-¿Qué es lo que tu necesitas _____________? - murmuró con su pulgar acariciando mi mejilla.

A ti, quise contestarle, pero sólo cerré los ojos un momento negando con la cabeza.

-No importa, quizás ya deberias saberlo ¿no?-murmuré.

-Quizás sí-, aseguró contra mis labios antes de besarme.

Una de sus manos sujetó mi rostro mientras que la otra sostenía mi espalda, acercándome a él, como si temiera que pudiera dejarlo.

Ojalá hubiera podido.

OTRA OPORTUNIDAD. »Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora