Subí a mi habitación y desee poder hablar con mi tía Alexis, desee poder pedirle un consejo, que me dijera que hacer, que me dijera que estaba equivocada y que mis temores eran infundados. Pero ella estaba lejos y yo me sentía sola, así que llame a Scarlett y la invite a ver una película, saltándome el hecho de que necesitaba hablar con alguien.
Ella llegó media hora después, con su habitual look roquero y su voz educada saludando a mamá, solo por eso mis padres no se oponían a nuestra amistad. Scarlett era más ladrido que mordida, como siempre.
-¿No se suponía que tenias una cita sorpresa o algo así?- preguntó ella cuando coloqué el DVD de la película que habíamos escogido, una de zombis, pues ella había ganado el derecho a elegir.
"Zombieland" se inicio mientras yo me encogía de hombros sentándome a su lado.
-No duro mucho- , admití.
La película seguía pero en realidad ninguna de las dos estaba poniéndole mucha atención.
- ___________ ¿Puedo decirte algo sinceramente?- , preguntó ella presionando pausa en el control con una de sus uñas negras.
-Puedes y seguro lo dirás-, le dije forzando una sonrisa y ella entrecerró los ojos.
- No te hagas la graciosa conmigo-, comenzó- ______________ debes alejarte de Shawn-, terminó en voz baja y aquello fue como un balde de agua helada.
-¿Cómo puedes decirme eso?-, pregunté molesta.
-No estoy diciendo que lo dejes, si se te nota a leguas que mueres por ese idiota, el punto es que él no se ha dado cuenta de lo que tiene, cariño y eso a la larga te hará infeliz-, terminó casi apenada y yo negué con la cabeza.
-Él me quiere -, argumente deseando que fuera verdad.
-Querer y ser consciente de ello no es lo mismo-, aseguró Scarlett mientras suspiraba y tomaba el control de la TV-. Mira solo piénsalo, ¿sí? No me gustaría verte sufrir porque tendría que golpearlo y eso ameritaría suspensión y mi mamá me la tiene jurada- bromeó haciéndome reír un poco, puso el play y terminamos la película en silencio.
No pude conciliar el sueño esa noche, cada hora que pasaba me hacia más bolas la cabeza, no fue hasta casi el amanecer que fui capaz de tomar una decisión. Tenía que hablar con Shawn y contarle todas mis dudas, a fin de cuentas aun éramos los mismos amigos de siempre y si quería que nuestro noviazgo fuera verdadero para ambos tenía que hablar con él y decirle lo que molestaba y me lastimaba, si él me quería , todo irá mejor ... ¿o no?. Shawn me esperaba fuera de mi casa a primera hora, me subí al auto y él me dio un fugaz beso en la mejilla. Tal vez ese hubiera sido un buen momento para hablar con él pero sencillamente no encontraba las palabras, él se veía casi incomodo a mi lado, como si no supiera que hacer conmigo, lo que era doloroso pues tan solo unos meses antes, cuando éramos "solo amigos", no había un momento de silencio tortuoso.
Cuando llegamos a la escuela, yo suspiré sabiendo que había dejado pasar un momento, iba a abrir la puerta con él me llamó.
-¿Puedes hacerme un favor?-, preguntó con una media sonrisa.
-Claro-, contesté confusa.
-Hoy no más chicles, no es que me oponga a que seas una vengadora enmascarada, es que no me gustaría que Daisy te hiciera niñerías-, dijo pasando un dedo por mi nariz casi de manera juguetona, su dedo por poco rozó mis labios antes de alejarse.
Mi estomago estaba lleno de lombrices como hacía días no lo sentía, por un momento estuve segura de que podríamos lo que fuera que nos estuviera pasando, pues él no sabía cómo era Daisy de bruja, yo le importaba, y lo más extraordinario de todo, por un momento él había vuelto a ver mis labios, no podía estar imaginándolo.
Las clases pasaron a un ritmo normal y sin mayores incidentes, salvo el hecho de que Nick me interceptara en el pasillo cuando iba con Scarlett a nuestra clase. Scarlett bufó y Nick se pasó una mano por el cabello, siendo objetivos el chico era atractivo y tenía el ligero presentimiento que ella pensaba lo mismo, por eso le huía tanto.
Nick me preguntó sobre el concurso y yo le dije que entraría más emocionada de lo que había estado anteriormente, las cosas con Shawn irían para mejor, estaba segura y eso era suficiente para querer mirar todo con un lente diferente