La Filosofía de Amar ©

Capítulo 7- Hasta más de lo que debería

Me encontraba parada en la puerta de la universidad cuando alguien me llamó.

- Alyssa- era Anna- podemos hablar- dijo agitada, asentí y nos dirigimos a los bancos que estaban en el patio delantero.

- ¿De qué quieres hablar?- dije al ya encontrarnos sentadas, me fije bien en la apariencia de Anna y se veía extraña.

- Perdón por lo de ayer es que Vilu se pasa aveces y bueno, se que tiene razón; yo jamás le pregunté a Chris porque tenía tanta confianza con ella y mal pensé todo; perdón por favor se que cometí un error al ponerte a decidir entre las dos. En verdad estoy arrepentida, sé que mi actitud fue muy inmadura pero...entiende que pensé que me estaba engañando con ella- dijo todo muy rápido y casi ni le había entendido.

- Te perdono, pero que quede claro; no es a mi a la que tienes que pedir disculpas. Violeta aunque no lo diga, pues sabes que es muy terca- y lo sigue siendo- le dolió lo que hiciste, por mi parte todo bien sólo; que sea la última vez Annalyse- Anna asintió y me abrazó muy fuerte; me susurrò un "gracias" y se fue corriendo hacia dónde fuera que la habían llamado.

Me dispuse a levantarme cuando un globo de agua cayó a mis pies casi mojando mis zapatos, levanté la vista y me encontré con unos ojos oscuros que me examinaban con detenimiento; desdé ese día esos ojos no abandonaron mía sueños y aún...no lo hacen.

- Alys- me dijo Chris- ¿éstas bien?, esos estúpidos me las pagarán- Christopher dio la vueltas buscando al responsable, pero yo no iba a permitir que se metiera en problemas por muy culpa; toqué su hombro haciendo que éste se volteará rápidamente.

- Estoy bien Christopher, solo fue un globo con agua y ni siquiera me mojó, tranquilo no le des mucha importancia a esto- le dije señalando en área donde cayó el globo.

- Si le tengo que dar importancia Alyssa, eso iba para mi pero lo esquivé y cayó cerca de ti, no se qué hubiera pasado sobre mojaba a si sea una sola hebra de cabello- quedé estática con lo que dijo ¿le importaba tanto una de las amigas de su novia? ¿le importaba tanto que no le molestaba pelearse por mí?- Sé lo que piensas, y sí, sí me importas y mucho... hasta mas de lo que debería- quedé atónita, pero a pesar de haber dicho esto último casi en un susurró que logré escuchar.