- ¿Quién dijo que era prohibido? ¿Anna?, por favor Alyssa, eres muy inteligente como para dar una excusa tan patética como esa; ¿prohibido?- bufo- por favor Alyssa.
- Joder Violeta, me gusta y ya, se de antemano que no me corresponde- dije todo de golpe y pensé que ni me había entendido.
- ¿Estas segura?- asenti- haber ¿como puedes estar tan segura si ni siquiera le das la oportunidad?- no dejo que terminara bien cuando ya se encontraba tomando sus cosas para irse.
- Espera- espeto Violeta claramente molesta- Huir es de cobardes pero, no afrontar la realidad es de ignorantes- después de haber dicho aquellas palabras Violeta se marchó dejando un mal sabor de boca.
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Las palabras de Violeta rondaban en mi cabeza he interferían con mi lectura. El demonio y la señorita Prym de Paulo Coelho era un libro ciertamente fascinante, ya lo había leído anteriormente pero decidí transportarme a aquel pequeño pueblo para así despejar un poco su mente de aquellas palabras; pero para mi desgracia no pude hacerlo.
Estaba tan distraída que ni me había dado cuenta de que mi nana había entrado a mi alcoba con chocolates y helados.
- Anda mi niña ven deja ese libro- se acercó y me lo quitó tan rápido que siquiera puede reaccionar.
- Nana dame el libro por favor- se río por lo bajo.
- Mi niña a tu madre se lo podrás ocultar pero a mi no, cuando lees un libro con tu ceño fruncido significa que hay problemas, no traes buena cara tampoco así que cuéntamelo- esa señora siempre me a conocido.
- Nana de un tiempo para acá todo a sido un caos, Anna, Christopher, Aleysa, la abuela, mi mamá, Violeta, Gabriel; todo esto hace mi cabeza un torbellino de pensamientos, preguntas sin repuesta y de más. No se que hacer- me fui a recostar en la cama con mi nana a comer las delicias que había traído.
- ¡Ay mi niña! Me imagino por todo lo que haz pasado, pero por ahora...olvida lo malo que te persigue, piensa en lo bueno que hay por ahora; como tu nueva amistad con Christopher y la salud de Aleysa. Y no creas que se me olvidó lo mejor - la miré expectante- el regreso de tu hermosa nana - después de lo dicho ambas largamos a reír.
- ¿Viste? - la mire extrañada- Es fácil olvidar aunque sea por unos momentos aquello que nos atormenta. Siempre estaré contigo y con tu hermana pero nunca olvides esto... Hay veces en las que vemos el abismo mas inmenso de lo que en realidad es, le damos mucha importancia a lo insignificante y dejamos de creer en lo que en realidad importa, ser tu misma contra las adversidades, nunca olvidar quien eres y sobre todo amar. Amar como si tu vida dependiera de ello...nunca sabes en que momento la vida te puede arrebatar a un ser querido y lamentarás no haberle dado el cariño suficiente. Es mejor arrepentirse de haberlo hecho que de no intentarlo.
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La Filosofía de Amar ©
RomanceAmor: Una bendición para muchos. Una desgracia para otros. Y algo inalcanzable para la mayoría. Un arma de doble filo considerado algo tan necesario para vivir como el aire. Pero no es así.