Me miró con una cara de sorpresa que no era normal. Es que el chico en sí no era normal.
-Qué hay con esa cara.
-¡Que es muy largo! Doctor traff... toraa... hmmmp...
-Trafalgar. No es tan difícil, renacuajo- mencioné molesto por sus ocurrencias-.
-Torao está bien. Sí, me gusta. Decidido.
-¡Pero eso no lo decidas tú!
-No grites a los pacientes Trafalgar-san. Buenos días, Luffy-kun- dijo una sonriente Robin entrando por la puerta-.
Bufé molesto y me volví a sentar en la cama desocupada, como la otra vez.
-¡Waa! ¡Robin! Buenos días, shishishi.
-¿Estás ya mejor?- preguntó calmadamente mientras le acariciaba el pelo.
-Sí, sí. Creo que a Ace no le gustaría verme mal así que... colaboraré- afirmó con una sonrisa muy amplia-.
-¿Entonces quieres compartir tu historia con nosotros?- preguntó la morena con delicadeza.
El muchacho asintió. Su rostro se tornó algo serio y sin sentimiento. Aún estaba reciente.
-Nos habíamos despertado pronto porque habíamos quedado con mi tío para ir de acampada. Y como yo apenas llevo un mes de adulto, era mi hermano quien conducía pero...Verde... recuerdo algo verde que venía de frente y Ace...- tragó saliva y empalideció-. Lo siguiente que vi fue ya al doctor curándome las heridas...
Puso sus ojitos vidriosos en mí. Oh, qué conmovedor. Vale, no tenía que ser cruel, ¿pero qué esperaba de mí? Ni siquiera me acordaba de él.
-¿Un árbol quizás?- mencionó bajito acariciándole la mejilla de forma maternal.
-No... pero supongo que ya da igual. He pensado en escribirle lo que siento en un diario, así de cierta forma será como que no ha muerto.
-Me gusta tu forma de enfrentar la muerte. Ahora sólo procura que no te alcance a ti. Pon de tu parte en esto- declaré-.
-Lo haré. Además tenemos una promesa ¿no?- volvió a relucir esa sonrisa que tenía.
-Uy, algo me he perdido ya. De todas formas, luego hablamos tú y yo, Trafalgar-san- dijo la psicóloga saliendo por la puerta para dejarnos a solas-.
-Entiendo, entonces supongo que no vas a parar hasta que lo sepas.
-Exacto. Al fin y al cabo, me salvaste la vida, debo estar agradecido- se sinceró-.
Yo me limité a revolverle el pelo. Si hubiera tenido unos años más, ese crío no se libraba de mis manos hasta que lo viera indefenso debajo de mí. No vayas por esos caminos, Trafalgar.
-Bueno Luffy-ya, tengo que continuar con mi trabajo. Mañana volveré a verte, así que ponte bueno pronto para poder seguir hablando conmigo.
-Sólo si me traes carne para comer. Esta gente sólo me está dando purés, tch- refunfuñó infantilmente, a lo que me reí bajito-.
-Me lo pensaré, mientras tanto descansa.
Y tras despedirme, abandoné la estancia con la intención de seguir el recorrido establecido para el día de hoy.
Las horas pasaban y nada nuevo acontecía. Y para colmo un estúpido pelirrojo acaba de tirarme el café encima. Le miré con cara de pocos amigos.
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Defenseless. [Law x Luffy]
AléatoireLa historia de un médico peculiar y un universitario rebelde. Law odiaba a los críos, eso lo tenía claro. Lo que no tenía tan claro era cómo habían llegado a ese punto. Quizás iba a permitirse disfrutar de esto un poco. A veces simplemente hace falt...