(POV LUFFY)
¿Había oído bien?
"Te quiero".
Sentí temblar las frágiles fibras que componían mi atrofiado y deshecho corazón con aquellas palabras susurradas inconscientemente de la única persona que podía salvarme.
Soy querido por él.
Lo soy.
Agarré mi pecho intentando calmar el desenfrenado pulso que se había instalado en él al pensar en lo afortunado que era de ser yo el sujeto paciente de su oración.
Sujeto paciente, porque por todo lo que había pasado sin rendirme no tenía otro nombre.
Y realmente me importaba poco haber sufrido tanto si con ello había logrado escuchar tal confesión.
Y juraría que no había sido precisamente su cerebro quien había hablado.
Mi labio había comenzado a moverse solo intentando soportar todas las emociones que se me venían encima.
Pero mis lágrimas habían caído por su propio peso, silenciosas.
A lo mejor Torao sí tenía razón y era tan sólo un llorón.
Aunque podía afirmar con certeza que de tristes tenían poco. Tenía muy claro que eran producto de la calidez de aquel sentimiento producido por el abrazo del moreno.
Reforcé el agarre con el miedo de que se levantara, de volverme a quedar solo. De despertar de únicamente un bonito sueño.
Siempre he sido muy lento para comprender los pensamientos de las personas de mi alrededor. Pero esta vez podía notar cómo se sentía el mayor, supongo que se debía a que no difería mucho de mi estado actual.
Nuestras respiraciones habían logrado calmarse tras la reciente actividad sexual, de la que ahora me avergonzaba en el sentido de lo embarazoso que había sido para mí.
Ni siquiera con Kid había sido así. Todo había sido completamente distinto, de otro modo.
El pelirrojo me follaba el cuerpo, Torao la mente.
Y con la heterogeneidad de mis sentimientos a plena flor de piel, acabé durmiendo con una sonrisa lo que en un principio iba a ser una siesta.
Los cálidos brazos del doctor me abrazaron sutilmente llenando todo el vacío anteriormente acumulado.
Ace, creo que también lo quiero mucho, más de lo que yo pensaba...
...
Cuando volví a abrir los ojos, la noche estaba empezando a caer, por lo que supuse que había dormido durante mucho más que un simple par de horas.
Como pude me incorporé, ya acostumbrado al tan famoso dolor de caderas. Y tras ponerme el pantalón, me fui a buscar al médico.
Había agradecido mucho que no se hubiera despojado de mi camiseta, porque de haberlo hecho me habría caído una buena bronca respecto a mis recientes arañazos.
Ahora me sentía muy estúpido por haberlo hecho.
La luz del pasillo deslumbró un poco mis ojos, pero nada en especial. Tardé poco en llegar a la cocina, de la cual emanaba un delicioso aroma carne.
Con todo lo que llevaba sin probar bocado, la comida de esta mañana se me había quedado corta. Tal vez eso explicaba el hecho de que mi boca se estuviera haciendo agua.
Al ver que no se inmutó con mi presencia allí, supuse que estaría muy concentrado en su labor, por lo que aproveché para abrazarlo por la espalda.
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Defenseless. [Law x Luffy]
RandomLa historia de un médico peculiar y un universitario rebelde. Law odiaba a los críos, eso lo tenía claro. Lo que no tenía tan claro era cómo habían llegado a ese punto. Quizás iba a permitirse disfrutar de esto un poco. A veces simplemente hace falt...