(POV LAW)
Sinceramente no sé cómo he llegado a parar donde estoy. He de decir que siempre había pensado que mi padre se trataba de un espécimen bastante especial de la sociedad, y ser criado por él había sido un tanto raro.
Aún así, los momentos con el rubio siempre estaban cargados de una extraña felicidad que sólo su anormal torpeza y su gran corazón provocaban.
De todos modos, no era difícil imaginarse lo preocupado que me hallé en el momento en el que el antiguo hospital donde trabajaba me notificó del ingreso de Corazón a él.
Me hubiera gustado llevar al mocoso conmigo, pero no era precisamente la persona más paciente y calmada que había llegado a conocer. Además, tampoco era el momento idílico para una presentación familiar, por lo que tras avisar al menor, marché rápidamente al encuentro de mi padre.
Y como otra de sus tantas meteduras literales de pata, resultó no ser nada preocupante. Aún así opté por acompañarlo durante la noche que iba a pasar ingresado allí.
Iba justo a avisar a Luffy de mi estancia nocturna cuando el viejo patoso se había escurrido en la ducha de la confortable habitación.
De verdad que no tiene remedio.
Una vez movilizados los tan conocidos para mí enfermeros de la planta, se llevaron a tratar la pierna de Corazón, dándome así el tiempo justo y la oportunidad exacta para informar al pequeño monito de la situación.
Todo iba normal en la conversacióm hasta que mi mente decidió jugarme la peor de las pasadas que podrían habérseme cruzado por la cabeza.
¿Verde? ¿Roja? ¿Cómo era posible confundir aquellos colores?
Más importante, ¿cómo no me había percatado antes de una cosa tan básica como aquella?
No fue precisamente el hecho de que Luffy mostrara síntomas de daltonisno lo que bloqueó mi mente, sino aquellas palabras que como una daga envenenada perforaban mi estático cerebro contaminando cada neurona que lo conformaba.
"Nos habíamos despertado pronto porque habíamos quedado con mi tío para ir de acampada. Y como yo apenas llevo un mes de adulto, era mi hermano quien conducía pero...Verde... recuerdo algo verde que venía de frente y Ace..."
Un maldito deportivo verde.
Sudor frío recorría toda la extensión de mi cuerpo.
¿Cabía la posibilidad de que aquella cosa verde no fuera de dicho color?
Colgué la llamada. Pensar era lo mínimo que necesitaba. Sobre todo por la aterradora idea que se había instalado en mis pensamientos.
De repente, Corazón dejó de ser lo primordial en aquel momento. Imágenes de aquel día no paraban de acecharme.
Era inhumano.
Intentaría mantener la calma hasta hablarlo en persona con él. Mi padre estaría bien, yo volvería en cuanto mis dudas se hubieran zanjado.
Tomé mi chaquetón y marché directamente a casa en mi deportivo rojo, o en el peor de los casos, verde a los ojos de un daltónico como Luffy.
Reuní toda mi fuerza de voluntad para no distraerme en el camino, como pasó aquella vez del accidente.
Tenía la garganta más seca que de costumbre, y junto a ello un nudo que ni siquiera en años se podría deshacer.
Aquellos veinte minutos que tardé en pisar mi casa se me hicieron eternos, para luego encontrarme que nadie había allí.
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Defenseless. [Law x Luffy]
RandomLa historia de un médico peculiar y un universitario rebelde. Law odiaba a los críos, eso lo tenía claro. Lo que no tenía tan claro era cómo habían llegado a ese punto. Quizás iba a permitirse disfrutar de esto un poco. A veces simplemente hace falt...