A flote.

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Sugerencia: para mayor dramatismo, escuchar el vídeo con la lectura.

Y sin más, os dejo con el último capítulo de "Defenseless".

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(POV LUFFY)

Una vez, dos, otra más. Contaba los segundos mientras el amarillo comenzaba a teñir el cielo.

Cerraba los párpados automáticamente sin ser capaz de mantenerlos abiertos por más de dos segundos.

No sabía dónde estaba; tampoco me percaté de parar a pensarlo. Un fuerte dolor en mi cabeza nublaba todo pensamiento.

El suelo estaba frío y mi cuerpo inmóvil. Si hubiera estado plenamente consciente de lo que ocurría podría haber notado que me hallaba atado de pies a cabeza con un cordel que comenzaba a desgarrar mi piel.

Eché la cabeza a un lado siendo capaz de apreciar cómo se desvanecían en el horizonte las vías del tren sobre las que me encontraba.

Con que el tren entonces...

-Torao...

Mi garganta se sentía más seca de lo que recordaba, y el frío invernal únicamente dificultaba mi respiración. Aquel aire perforaba mis pulmones.

Tosí, sintiendo arder todo mi cuerpo, y las punzadas en la abierta herida causante de mi reciente desmayo no eran cosa de juego.

-Torao...- sollocé, con la voz rota.

Una frágil mano acarició mis cabellos con sutileza. Era cálida, como la mano de Ace.

-Tu Torao no va a venir, Luffy- susurró sobre mi oído aquella voz angelical-.

-Torao- repetí, como si aquello fuera lo único que mis labios quisieran pronunciar-.

El ceño de la pelirrosa se arrugó drásticamente y tras levantarse, asestó una patada en medio de mi adolorido pecho, lanzándome unos pocos pasos más allá de donde me encontraba.

Me retorcí en posición fetal mientras terminaba de desgarrar mis cuerdas vocales con aquella prominente tos.

-Deberías odiarlo a él, no a mí. Si tan sólo no te hubieras acercado a ese malnacido, tú y yo en verdad podríamos haber... Todo habría sido distinto.

La miré más muerto que vivo, y es que no sabía cuánta era la cantidad de sangre que había perdido.

Se agachó hasta la altura de mi cara, que permanecía inamovible ante su intimidante y vacía mirada.

Aún a estas alturas todo me parecía un mal sueño; no había absolutamente nada que lograra comprender.

-Cuando te dije que te veías como mi hermano iba en serio. Así que no te atrevas a mirarme con esa cara, ¿me oyes?- amenazó con mis cabellos agarrados por sus dedos.

Mi cabeza había empezado a sucumbir ante los delirios que, seguramente, la herida no superficial de mi cráneo me provocaban.

Rebecca no podría haberme hecho aquello, ¿no? Era mi mejor amiga al fin y al cabo. Mi única amiga.

Yo estaba a punto de empezar una feliz vida junto a alguien que me correspondía, que me quería. Era imposible que estuviera atado de pies a cabeza en unos fríos raíles.

Pero entonces, ¿por qué me dolía el pecho de esta forma? Todas las ilusiones que una vez había llegado a sentir se estaban desvaneciendo de golpe ante la idea de que poco faltaría para que un tren pusiera fin a mi vida.

Defenseless. [Law x Luffy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora