(POV LUFFY)
Si hubiera sabido que todo se iba a complicar hasta este punto habría hecho las cosas de otra forma. No porque esto no me gustara, sino para que lo hiciera más.
Por el comienzo se empieza, pero yo me lo salto.
La cuestión es que tenía que hacer por todos los métodos habidos y por haber que Torao fuera a la fiesta mencionada anteriormente.
Con Kid enfadado, y Rebeca aún no muy cercana, no tenía a nadie con quien relacionarme. Y yo sabía perfectamente que mi vida social empezaría a desarrollarse saliendo de fiesta.
A ver, está claro que al medicucho tonto no le caigo mal mal. No sé como me verá, pero independientemente de eso, él es jóven, y seguro que, en mayor o menor medida, tendría ganas de salir con quienesquiera que se juntase. Ahora sólo hacía falta convencerle.
Por eso intenté mejorar la calidad de los dulces que me había pedido para su almuerzo.
Él no dijo nada, pero la pelirrosa de mi nueva amiga sí notó el cambio, por lo que supuse que había preferido callárselo para no darme el placer de oirle decir eso. Ese maldito.
Y gracias a mis breves instantes junto a la niña adulta, empezamos a formar una estrecha amistad, hasta el punto de haber quedado varias tardes para salir a tomar algo por la ciudad.
Hoy era viernes. Por fin habían acabado las interminables clases.
Me encontraba suspirando de camino a casa con la mochila cargada en el hombro. Cualquier momento era bueno para pensar, pero ahora lo que predominaba en mí era el hambre.
Debía pasar primero por el supermercado para comprar lo que se supone que comería hoy, otra vez solo.
Y una vez hube salido de la tienda, llegué en poco a mi nuevo apartamento ya que se encontraba a tan solo unos pasos de allí.
Aún no me acostumbraba a esta nueva vida. Y es que, de vivir en una pequeña casita a vivir en un séptimo piso, hay una gran diferencia.
El portero me saludó, a lo que correspondí.
Me daba pereza tener que subir tantas escaleras así que, como toda gente normal, fui al ascensor, que, por cierto, se estaba cerrando. Y la energía que no gasté andando de escalón a escalón, la gasté corriendo a toda prisa rezando por que llegara a tiempo.
Y fue por la mano de quienfuera que estuviese dentro que pasé. Y a pesar de eso no pude agradecerle al momento debido a que me encontraba jadeando por mi reciente carrera.
-¿Tanto me echas de menos como para seguirme hasta mi casa? Esto es considerado acoso en mi ciudad, no sé en la tuya.
Al principio me quedé desconcertado. No asociaba esa voz con el lugar donde estaba, pero empezaba a atar cabos y llegué a la mejor conclusión que podía haber tenido.
-¡¿Somos vecinos?!
-Mierda.
Sonreí muy ampliamente. La alegría que me causaba saber que mi relación con aquel hombre se podría estrechar más a partir de ahora era inmensa.
Ví que chasqueó la lengua mientras se rascaba la nuca con gesto de molestia pero no lo tomé en cuenta, es que los adultos son muy raros.
-Ahora vivo con mi tío, es lo único que me queda. Aunque actualmente está en Alemania en un viaje de negocios así que puedes pasarte por mi apartamento cuando quieras. Es decir, si necesitas algo- reí nerviosamente-.
-Ha sido un fallo enorme por mi parte no acordarme del que eras el cenutrio de mi vecino- bufó-.
-Querrás decir sobrino.
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Defenseless. [Law x Luffy]
RastgeleLa historia de un médico peculiar y un universitario rebelde. Law odiaba a los críos, eso lo tenía claro. Lo que no tenía tan claro era cómo habían llegado a ese punto. Quizás iba a permitirse disfrutar de esto un poco. A veces simplemente hace falt...