Defecto [ N.H.]

1- El nuevo.

Me aplicaba el brillo labial, mientras me miraba en el espejo. Tenía unas ojeras del carajo, amo la arquitectura pero esto de estar trasnochando para hacer maquetas, definitivamente no era lo mío. Pero por lo menos valía algo, dentro de un año empezarían las prácticas y lo mejor es que son pagas.

Estaba lista, después de un fin de semana de descanso, venia el agotador lunes. Amarre mis zapatos, agarre mi tula bolso, donde siempre llevaba un pequeño cuaderno de apuntes y algún block para hacer bosquejos. Busque con mi mirada las llaves y las encontré a un lado en mesa de noche, estire mi brazo y las tome. Me levante del pequeño banco y camine hacia la puerta. Abrí y cerré tras mi espalda, baje la escalera corriendo.

Mi boca casi llega al piso cuando veo a la pequeña Kim que va a tocar mi maqueta y lo peor de todo es que papa estaba dormido. Rápidamente la quito de sus brazos y el despierta.

— Hubieras hecho esta maqueta en tiempo record donde Kim la hubiera destrozado—bufe mientras el solo rascaba sus ojos

— Lo siento Maggy, tenia tanto sueño, no sé ni cuando me dormí, esto me está matando—se disculpo, pobre lo comprendía

— Bueno, por suerte hoy en la tarde te puedes dar un descanso. No tengo clases y puedo cuidar de Kim

— Eso me parece perfecto, solo quiero dormir—suspiro

— Las cosas son pesadas... pero tenemos que salir adelante, no podemos aferrarnos a ella, ella ahora es feliz, con otras personas—suspire, aun me dolía como mama nos había cambiado

— Animo Maggy somos una familia, una pequeña familia, pero somos verdadera

— Así es, toma baña a Kim, parece que ya se hizo y yo voy tarde—le entregue la bebe y le dio un beso en la mejilla, luego le di uno a él. —te quiero, no me hagas almuerzo de camino tomo algo.

Tome la maqueta entre mis manos y camine hasta la puerta de salida, como pude me las arregle, abrí y cerré la puerta con una sola mano, ahora venia la tarea dura. Llevar la maqueta en la pequeña motocicleta que papa me había dado hace dos años.

Camine hasta la motocicleta, la encendí, espere a que calentara un poco, me subí y pose la maqueta en mis piernas. Me puse el ridículo casco amarillo que papa me había comprado, según él era para que los conductores locos me vieran. Emprendí mi viaje y después de unos minutos de gente loca desenfrenada llegue.

Llegue hasta la garita del parqueadero, como pude sostuve la maqueta con mis piernas, saco el pase y se lo entrego al de parqueo. Tardo más de lo normal, un grujido de motor me sorprende y doy un pequeño salto. Giro y miro por mi hombro y me doy cuenta que es un chico en una gran camioneta Ford f 150 lightning antigua, empieza a sonar su bocina y es irritante. Yo solo trato de acomodar la maqueta para que no se me caiga.

— Muévete lenta, necesito el tiempo, además tú y tu mugre torpeza no ayudan—grito. Su voz era gruesa e imponente.

Al escuchar su voz solo me apresuro, meto primera en el cambio y sigo mi camino hasta llegar a los lugares de motocicleta. Estaciono, pongo el seguro y me bajo. Aquella camioneta Ford entra velozmente, y con un ágil movimiento se estaciono a unos metros de mi. Yo tenía pantalones y no me quedaría con ese insulto.

— Oye imbécil quien te crees para gritarme—reclame. El no contesto nada, pero el tintineo de la puerta abierta me avisa que se bajo del aquel carro. Un golpe seco se escucho.

— No me interesa lo que tú me tengas que decir, y no tengo por qué darte una maldita explicación—grito—espero que eso te haya bastado para que cierres el pico y aprendas a ser rápida—contesto con esa voz gruesa que daba la impresión de que era alguien duro.