Defecto [ N.H.]

17- tenso

La clase se hace lenta y aburrida, mientras Denica me cuenta como ha sido alterada por la foto, esto se vuelve tedioso, su voz me irrita un poco, pero realmente no tengo tiempo para prestar atención en lo que ella dice. La clase se siente distinta hoy como si le faltara algo

— No has escuchado una mierda de lo que te estoy diciendo—reprocha

— Claro que sí, me has contado de la foto y todo eso ya tu sabes—me defiendo

— De seguro piensas en otra cosa, me siento como si le estuviera hablando a una pared en vez de a mi amiga

— Lo siento Den... pero es que no logro concentrarme, se me hace difícil

— Por favor, no es difícil escuchar a menos de que pienses en alguien—acusa

— Sí, pero yo no pienso en nadie

— Si tu lo dices, pero no te creeré

— Tómalo como quieras

La clase acaba, el profesor se marcha y yo tomo mis cosas, Denica parece estar fastidiada pero ya se le pasara. Camino hasta la parte de afuera donde hay una redondilla de personas y animan una pelea. Me hago paso entre los cuerpo sudorosos, para encontrarme con la sorpresa de que es Alan y esta retando a Niall, si Alan no se quita de en medio saldrá más que herido. Todos los chicos y chicas animan, mi corazón se acelera, yo no dejare que Niall se meta en problemas, nada más que por los caprichos del estúpido niño rico.

— ¡No lo hagas Niall!—grito, pero mi voz se vuelve débil por todo el bullicio de los estudiantes.

Se escuchan rumores de que el rector se aproxima y todos poco a poco se dispersan.

— Escúchame bien Horan, tu y yo hoy en la cancha de basquetbol, en la noche—reta Alan

— Ahí estaré, deberías ir averiguando tu tipo de sangre en el hospital—contesta Niall

Salgo de las escena y camino hasta el parqueadero, me subo en la motocicleta y después de unos segundos llega Niall, me ve pero sigue de largo, no digo nada, si él no me habla, creo que yo tampoco tengo porque hacerlo. Enciendo la motocicleta y arranco, rápidamente salgo a la avenida y sigo con velocidad. Con el pasar de los minutos llego a casa.

Estaciono, aseguro y me bajo, en mi tula rebusco las llaves hasta que las siento, las saco e introduzco en la cerradura, abro y entro.

La tarde pasa rápido, hago unas cuantas tareas y luego tomo una siesta. El inclemente despertador suena, son las cinco de la tarde, Niall tiene que estar practicando para la paliza que le va dar a Alan. Me levanto corriendo de la cama, entro al baño me arreglo, salgo, tomo las llaves de la motocicleta.

Bajo las escaleras, y aun no hay nadie, salgo de casa y subo a la moto, en menos de lo que espero estoy frente al octágono. Me estaciono y apago. Alzo mi vista y ahí está uno de los autos de Niall. Entro y paso por el pasillo, hasta que llego a la zona de batalla, sigo más adelante hasta escuchar algunos gruñidos, y subiendo una cuerda ahí está el. Solo tiene una pantaloneta puesta, sus músculos están tensos y su cabello algo desordenado.

— ¿Qué haces aquí?—pregunta

— Solo vine a verte—contesto

— Si vienes a impedir de que le patee el trasero a Alan, estas muy equivocada, no lo hare

El lentamente se desliza por la cuerda hasta que baja. Luce tenso y su mirada está llena de enojo. Se posa frente a mí, me siento intimidada, me siento tan vulnerable como una niñita llorona.