Me entró la risa. Simplemente, en los brazos de mi novio comencé a reír como una loca, y él se separó asustado. Al ver mi cara de majareta y al ver que realmente mi cabeza estaba desorbitada, comenzó a unirse a mis carcajadas. Al final, terminamos cayendo en el sofá, aguantándonos las barrigas punzantes y retorciéndonos de dolor por culpa de la risa. Nuestras mejillas también dolían.
-¿De qué nos estamos riendo?-preguntó.
- No... No lo sé-dije con sinceridad. Me apreté la cara para que mis mejillas dejaran de estar tan estiradas y luego volví a reír, esta vez con más dolor.
- Me... duele... la... barriga...- dijo Kendall entre risas.
(...)
- Bien. ¿Entonces...?-preguntó con una mueca.
- Entonces tienes dos opciones. O venir conmigo y taparte los oídos a causa de todos los gritos de mis padres o quedarte aquí con el riesgo de que mi padre piense que eres un hipócrita que intenta aprovecharse de mí y que te persiga con la intención de castrarte.
- Oh, mierda- farfulló- . Casi que prefiero quedarme sin oídos que sin...- Se detuvo y me miró como pidiéndome permiso. Negué con la cabeza.
- No, no lo digas.
- Antes me permitías decir más palabrotas, ¿sabes? Pienso que me estás controlando- murmuró con diversión. Alcé una ceja y bajamos del coche, cerrando las puertas con un estruendoso portazo.
- Dijo el que le llamó a mi madre a las cuatro de la mañana para decirle que su hija se había acostado con él.
- No me lo eches en cara, sólo era una broma.- Se defendió alzando ambas manos y mirándome con los ojos muy abiertos.
- Ya lo sé- admití, haciendo una leve sonrisa. Me la devolvió, se acercó a mí y puso su brazo encima de mi hombro, mientras arrastraba el mío para que rodeara su cintura. Caminamos cogidos de esa forma hasta llegar al portal de mi casa, donde tomé un profundo suspiro.
- Saldrá bien- me prometió, besando con delicadeza mi sien- . ¿Tienes llaves?
- Sí.
Toqué mis bolsillos delanteros en busca de todas las llaves que abrían mis puertas conocidas, pero sólo encontré mi móvil, así que palpé también los traseros para dar con ellas. Escogí la llave que abría la puerta del hogar donde fui criada y la puse en la cerradura. Con un simple giro de muñeca, ésta se abrió, haciendo un pequeño chirrido. En el hall no había nadie.
Me despojé del agarre de Kendall y tiré de su mano hacia dentro, para que pasara. Cerré la puerta con un puntapié y dejé mis llaves sobre un mueble. Sabía perfectamente que mis padres estaban en algún lugar de la casa, que nos habían escuchado llegar y que en estos momentos estarían hablando entre sí para ponerse de acuerdo con mi castigo.
- ¿Hola?- preguntó el rubio en voz alta. Rápidamente, le pegué un sopapo en el brazo. Frunció el ceño y me miró mientras se frotaba el bíceps.
- ¡Cállate!- le susurré- . Y baja la voz.
Levantó los hombros, negó con la cabeza con el ceño fruncido e hizo una mueca algo rara.
Lo conduje hasta el salón, pero nos dimos cuenta de que no había nadie. Extrañada, le volví a agarrar, (esta vez de la manga de la camisa), para que no se escapara y caminamos hasta la cocina.
Mis padres estaban ahí, cogidos de la mano esperando nuestra llegada.
Cuando pasamos el umbral de la puerta nos miraron expectantes, obviamente esperándonos para charlar de lo sucedido. Me quedé de piedra. Kendall cogió mi mano e intentó tranquilizarme, pero fue en vano, pues mis piernas ya temblaban sin ninguna intención de detenerse.
Mi padre levantó la mirada con gesto amenazante y cuando sus ojos se posaron sobre el rubio, me entró el pánico. No quería que nos hiciera cortar. Realmente no lo quería. Tendría una sensación de vacío inminente, y además de que yo no podía permitirme eso, tampoco sobreviviría perdiéndole. No podía perderle. Ni yo lo soportaría, ni él. Sólo pude hacer una cosa. Solté la mano de mi novio, crucé los dedos y recé para que todo saliera bien y que nadie lograra separarnos.
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Spring Breeze {Kendall Schmidt}
FanfictionSegunda temporada de Warm Winter. La primavera llega a Kansas, y ahora Kendall y Carol por fin pueden estar juntos. Él ha superado su terrible pasado y ella tendrá tiempo de amarlo con todo su corazón. Pero también descubrirán cosas nuevas que no tu...