Cap.10

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-Buenos días.-Lo saludé con un beso en la mejilla.-¿Cómo pasaste la noche?

-Mal.-Respondió con una mueca en el rostro.- Me hiciste acostumbrarme a ti el viernes por la noche y luego estos dos días he sufrido insomnio por tu culpa, porque no dejabas de aparecer en mi cabeza.

-Awww... Eso es tan tierno...-Alargué con voz de enamorada. Kendall rodó los ojos y negó con la cabeza, posando sus manos en el volante dispuesto a arrancar el coche.

-Pues no me parece tierno, linda, por culpa de eso hoy muero de sueño.

Reí y me acomodé en el asiento copiloto, dejando mi mochila en mis pies. Sí, desde que Kendall y yo salíamos, él me ahorraba el mal trago de caminar treinta minutos hasta el instituto y me llevaba con su coche, evitando que se lo pidiera a mamá. Me venía muy bien porque además, charlábamos y nos poníamos al día, ahora que él había retrasado los estudios para el año que viene.

-Linda.-Susurró mientras se concentraba en la carretera. Me volví a verle y noté un gesto de preocupación en su cara, y mi rostro feliz por el nuevo apodo que me había concedido, cambió totalmente a uno intrigado.- ¿Recuerdas a esa chica... la chica de la fiesta, Nancy?

-Oh, bien que la recuerdo.-Dije con ironía mirando por la ventana.- Me mandó unos Whatsapps el sábado diciéndome que quería que adivinara quién era y esas tonterías, me hartó tanto que acabé bloqueándola. ¿Por qué lo preguntas?

-¿Es malo si te digo que acabas de decir lo que pasó mi sábado? 

-¿Te envió mensajes a ti también?

-Síp.

-Esto no es malo, es raro.-Murmuré desconcentrada.- Dame tu móvil.

Kendall me obedeció, sabiendo que yo no era de las típicas cotillas que miraban las coversaciones de los novios en los teléfonos de estos, pero me metí en la conversación nuestra para recordar todos los "Te amo" que había mandado esta última semana. Era tan adorable.

Después de recordar esto, busqué a un número bloqueado y la encontré, descubriendo que le había mandado lo mismo que me mandó a mí. Sí, definitivamente, esto era extrañamente raro.

-¿Qué ocurre entonces?-Preguntó mirando levemente el aparato de mis manos.

-Según ella, nos dijo que se había venido a este instituto, ¿No? Pues me parece a mí, que tendremos que tener unas palabritas. ¿Por qué diablos nos manda esas estupideces? ¿Y por qué nos manda lo mismo? Y la más importante; ¿Cómo ha conseguido nuestros números?

-Demasiadas preguntas.-Objetó el rubio.- No vayas a decirle nada que no debes. Esperemos a que algo pase y luego ya actuamos. Quizás no tiene malas intenciones. Quizás sólo quiere ser amiga nuestra.

-Ya, pero yo no te he salvado de una muerte precisa para obtener un quizás, Kendall.

-¿Qué tiene que ver...

-Su estado de Whatsapp era "La muerte es vida", o algo así. Y no me da la gana que te juntes con ella si es así. Deberíamos seguir con nuestras vidas.

-Basta, Carol. No seas tan egoísta. Tan sólo quiere ser amigable.

-No lo sabes.

-Tú tampoco sabes si quiere hacernos daño. Además, ¡No la conocemos! Dejemos este tema atrás. A medida que pase el tiempo, conoceremos qué clase de persona es, no podemos presionar así. Anda, vete. Van a sonar el timbre y llegarás tarde a clase.

-Oh, qué forma más sutil de decirme que me vaya.-Me burlé sacando la lengua. Él rió y me acercó a sus labios, estampándome contra ellos y dominándolos con la misma pasión que siempre.- ¿Sabes?-Susurré entre besos.- Dejaría que pasaran las clases si fuera por esto.

Se separó de mí y dio un besito corto en mi nariz.- Fuera de mi coche, Green.

-A sus órdenes,señor Schmidt.-Bromeé sonriendo.

Cerré la puerta detrás de mí y lo miré, con el amor de siempre. Él movió los labios pronunciando un "Te amo" y yo hice lo mismo imitándolo. Cuando su coche arrancó, decidí irme con Logan y encontrarme con lo que menos esperaba encontrarme. 

Había un círculo de personas, entre ellas, la nueva novia de Logan, que sinceramente, no sabía que venía al Black High, Amanda Evans, James Maslow, amigos de los populares, obviamente estaba Logan también. Lo que de verdad me impresionó es que en medio del círculo se encontraba ella, contando historias y luciendo su pelo rojo teñido. 

Ahí me di cuenta de que un sentimiendo de odio se comenzaba a acumular dentro de mí. Y más fuerte que el de Amanda.

Spring Breeze {Kendall Schmidt}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora