LOVE LETTERS

Capítulo 32

Ayudamos a Aitana a que se limpiara la camiseta y la llevamos a enfermería y enseguida la dieron permiso para irse a casa.
-Pobrecita, estaba fatal.-Le dije a María mientras nos dirijiamos hacia los demás que estaban entrando a clase.
-No la hemos encontrado.-Dijo Lyra.
-Yo y Maria sí, estaba mala en el baño vomitando. -Les dije.
-¿Enserio?Jorge estaba bastante preocupado.
-Si, parecía un aspersor.-Dijo María riéndose, y yo la pegué un codazo.
-¿Pero que está mala?-Dijo Rodrigo, y antes de que pudiera responderle, María salta enfadada.
-Cuánto te preocupas ¿No? Pedazo de inútil.-Rodrigo bajó la cabeza sin decir nada.
-¡Basta María! Se que estas muy enfadada, yo también lo estoy, pero no puedes tratarles así.-La dije sin poder aguantarme más.
-Es verdad, que tampoco es tan grave, se gustaban y decidieron salir.-Dijo Lyra.
-Ya, perdón.-Dijo ella.
-Haber, sólo te mintieron un poco pero por lo demás...-Pude ver como Rodrigo fulminaba con la mirada a Jorge después de haber dicho lo que había dicho.
-¿Cómo que me mintieron? ¿A qué se refiere Jorge con que me mentisteis? ¿Me lo podrías explicar Rodrigo?-Ya se había liado, ahora sí que se iba a montar pero bien.
-Pues... que cuando tú y yo estábamos juntos empecé a salir con Aitana, pero no pasa nada, porque enseguida lo dejé contigo.

-¿Cuántos días estuviste con las dos a la vez?-Dijo María decepcionada.

-No sé, unos... ocho días o así.-Lo dijo tan bajo que no le pude oír bien.

-¿Cuántos?-Dijo María gritando en medio del pasillo, y delante de profesores y alumnos.

-Baja la voz, ya te he dicho que unos ocho.

-¿Y eso te parece poco?-Dijo María con lágrimas en los ojos y con los mofletes tan rojos que parecía que iba a explotar.

-Venga María vamos a clase.-Dije yo interrumpiendo lo que podría pasar a continuación.

-¿Tú lo sabías?-Me dijo llorando.

-Sí, pero te juro que pensaba que no era tanto tiempo, y si no te lo he contado era porque quería que te lo contara uno de los dos.

-No sé como os hacéis llamar mis amigos.-Se fue de clase y yo me quedé ahí pasmada, no sabía que podía llegar a ponerse así.

-¿Por qué ha salido de clase?-Dijo Lyra.

-No te preocupes volverá enseguida, todavía quedan cinco minutos para que empiece la clase, sólo necesita despejarse un poco.-Entonces entró Sergio, justo en este preciso instante tenía que entrar Sergio, y encima se estaba acercando a mí.

-Hola Sofía, pensaba que te había pasado algo ¿Por qué no contestaste a mis mensajes? Te mandé como treinta.-Me dijo.

-Es que he estado muy liada últimamente.

-Y no sabes que responderme ¿No?-En ese mismo instante iba a negar con la cabeza pero apareció Lucas con esa chica asquerosa y no se me ocurrió otra cosa que asentir.

-¿Si?

-Sí, pero sólo intentarlo de momento, con una cita este fin de semana me parece bien.

-¡Estupendo!-Dijo entusiasmado.

-Bueno tú vete pensando a dónde me vas a llevar.-En ese momento creo que no estaba pensando con claridad, si no con celos, pero ya le había dicho que sí, así que no me podía echar atrás.

-Vale.-Fue a darme un beso en la mejilla pero me aparté.

-Despacio Sergio, por favor.-Aunque después de pensármelo mejor le di un beso, lo que le dejó sorprendido, aunque no fue el único también se sorprendió Lucas, que abrió los ojos como platos y se sentó en su silla cabreado.

-Hola chicos, hoy vamos a empezar con la página 45 del libro de actividades.-Dijo la profesora de biología Sonia.Entonces Lucas se giró para decirle algo a Rubén su amigo de la cuadrilla.-Lucas, ¿Tienes algo que compartir con la clase?-Vi como mientras se daba la vuelta apretaba la mandíbula.

-No.-Dijo él.

-Vale, pues abre el cuaderno por la página 45, o ¿es que está sordo?-Dijo Sonia.

-Si, sordo sí, pero no manco.-Y la sacó el dedo, todo el mundo empezó a reírse menos yo, que me parecía inapropiado y un gesto maleducado.

-¡Fuera! A dónde el director.-Dijo la profesora. Él se levantó de su silla tiró los libros en toda la cara de Sergio y salió pegando un portazo.

-¿Estás bien?-Le pregunté a Sergio levantándome para mirar qué le había hecho Lucas.

-No te preocupes no pasa nada.-Aunque sí que pasaba, tenía un corte bastante profundo en el labio.