El frío también quema.

Capítulo 3.

                  

Por fin termina un día bastante raro. Al menos en el instituto. Últimamente todo es raro en mi vida. Voy a hacerle caso a Carol. No voy a meterme en las cosas que tenga SJ. Le evitaré tanto como pueda.

Y todo esto lo voy pensando de camino a casa. Estoy deseando llegar, ponerme algo cómodo y tumbarme en mi cama a leer alguno de los libros que he comprado. Lo necesito.

Cuando llego a mi casa, en el jardín delantero hay un coche negro aparcado. Nunca lo había visto. Me acerco y veo que dentro del coche está SJ fumando. Pongo cara de asco y paso de largo por el coche. Cuando estoy subiendo las escaleras del porche, escucho un portazo proveniente del coche y las pisadas de SJ.

Llegando al último escalón, me coge del brazo haciendo que frene en seco. Baja su mano hasta llegar a mí muñeca y me gira quedando yo unos centímetros más alta que él. Le miro a los ojos y tiene una mirada neutral. Los tiene de un color verdoso.

-¿Qué has visto esta mañana? –pregunta sin quitar su mano de mi brazo, la cual aprieta cuando hace la pregunta.

-Pues te he visto a ti, dándole algo a tres chicos de mi clase. No sé lo que era y tampoco me importa.

-No le habrás dicho a nadie nada, ¿verdad? –veo preocupación en su mirada. Tira de mi muñeca hasta dejar mi cara a la altura de la suya. Hago una mueca de desagrado. Trago saliva al recordar que se lo he contado a Caroline.

-Claro que no. Y si fuera así, ¿qué? ¿Me vas a hacer algo? –miento. Intento que la voz no se me entrecorte.

-No nos conviene ni a ti ni a mí –su cara cambia totalmente de estar rígida y con la mandíbula apretada a relajar un poco esta y poner cara de advertencia.

-Yo no estoy metida en ninguna mierda de esas como para que me pase algo. Se lo puedo decir a quien quiera. A la policía por ejemplo –le miro desafiante.

-Si decides hacerlo, atente a las consecuencias –me mira con rabia. Está enfadado. Aprieta más el agarre de mi muñeca y me retuerzo para que me suelte, lo que provoca que me duela más.

-Vale, no diré nada pero suéltame, me estás haciendo daño -–dirige su mirada hacia la mano que agarra mi muñeca y la suelta lentamente. Tengo la marca de sus dedos.

-Lo siento Darlene.

-Ya, eso parece –froto el lugar que antes estaba aprisionado por los dedos de SJ y muevo la muñeca.

Le miro por encima del hombro y me giro para subir los últimos escalones que me quedan. Escucho como baja los escalones y entra en el coche dando otro portazo. Pega un acelerón y cuando me giro ya no está.

Entro en casa y no hay nadie. Son las dos y cuarto de la tarde así que mis padres estarán terminando de trabajar.

Me cambio de ropa y me como algo ligero. Subo a mi habitación a por el móvil y bajo para tumbarme en el sofá a ver la tele.

Cuando dejo el móvil en la mesa, suena el tono de los mensajes. Seguro que es Caroline, tiene telepatía para hacer que cojas el móvil cuando lo acabas de dejar.

Miro el móvil y veo que es un mensaje de un número desconocido. Dudo en mirar de quién es. Podría ser SJ volviendo con el tema de antes.

Para salir de dudas lo desbloqueo y leo el mensaje.

"Hola Darlene. Soy Derian. Mándame tu dirección para pasar a por ti luego ;)"

Le mando la dirección y espero a que conteste.

"Perfecto. Te veo luego"

No contesto y dejo el móvil donde estaba antes. Me pongo la alarma por si me quedo dormida y me pongo a ver que hay por la tele.

Hola de nuevo amores! Aquí os dejo otro capítulo más. No me matéis porque sea corto. Me encantaría que votarais y comentarais que os parece de momento la novela.

Bueno, no me enrollo más, un besito!