Dangerous

Prólogo

Estaba esperando a mi próximo cliente en mi despacho, hace apenas dos días había ganado un caso y no tenía ganas de tomar éste, pero el dinero que me ofrecieron para que lo haga yo, fué ridículamente elevado, no podía negarme a eso, no es que sea de esas personas locas por tener dinero pero en verdad lo necesitaba a pesar de lo que la prensa decía, soy la abogado mejor pagada.

- señorita, el señor Geller ha llegado - me avisa mi secretaria.

Levanté mi propio bufet de abogados hace año y medio, subió a ser unos de los mejores en un abrir y cerrar los ojos, para mi trabajaban los mejores en sus campos, me sentía orgullosa de haberlo conseguido con mi propio esfuerzo.

- hazlo pasar - le digo sacando un folder con toda la información de mi cliente.

Lo primero es investigarlos, Byron Geller, había sido detenido en varias ocasiones por robo, obstrucción a la justicia, por no decir que estaba metido en temas ilegales, en ninguno hubo testigos ni pruebas que lo acusasen directamente de esos delitos, lo que me hace pensar que tuvo que callar a varias personas para no acabar entre rejas, pero ésta vez era mucho mas grave, es acusado por asesinato, sus huellas y ADN estaba por todo el cuerpo de la víctima.

- he oído que usted una de las mejores abogados, señorita Hoax - dice una voz gruesa.

Levanto la vista, me encuentro con un hombre vestido con ropa bastante informal, cabello corto y negro, ojos oscuros, piel semi bronceada, su cuerpo está cubierto de tatuajes, no era ni delgado no musculoso, lo que me hace pensar que es boxeador son las cicatrices en sus nudillos y el hecho de que la nariz lo tiene ligeramente torcido signo de que antaño fué rota, detrás de él hay dos hombres grandes, si quería intimidarme, ésta no era la mejor de las opciones.

- tome asiento - le ordeno.

Con una ceja enarcada me hace caso, saco una grabadora y la coloco encima de la mesa entre ambos, sus guardaespaldas me miran con curiosidad, ruedo los ojos exasperada.

- que hiciste la noche del sábado a las once de la noche? - le pregunto sin detenernos en las presentaciones, el ya sabe quien soy y yo se quien es él.

Según el informe policial, la víctima había perdido la vida aproximadamente a esa hora, brutales golpes en la cabeza acabaron con su vida, es primordial tener un coartada en casos como este.

- una rubia me chupaba la polla- responde con una media sonrisa.

Tolerar a éste tipo de personas me resulta aburrido a la par que exasperante, no tengo tiempo para que juegue conmigo, porque si decido entrar en su juego acabará mal para él, no soy una persona paciente y mucho menos tolerante, para mi las cosas son negras o blancas, no hay termino medio, pero cuando se trata de ganar un caso como éste, el "quizás" juega un papel importante.

- mira, mi trabajo aquí no es averiguar si eres culpable o inocente, yo me dedico a encontrar las pruebas suficientes de que no tuviste relación alguna con la víctima y librarte de pasar media del resto tu vida en un agujero con barrotes - le digo con voz tranquila.

Al parecer mis palabras lo tranquilizaron de alguna manera, de todas las sartas de mentiras que soltó, pude obtener un nombre, al parecer una hora antes del asesinato, se encontraba en unos de esos eventos que hacen de peleas MMA clandestinas, Underground, nada que no haya oído ya, lo único que podía hacer era ir directamente ahí, pero no podía entrar sin una invitación, digamos que a pesar de estar en uno de los barrios más peligrosos, las entradas son exclusivas. Cuando se marchó, investigué por mi cuenta y di con un gimnasio en lo que esos luchadores iban a entrenar, mañana iría a pasearme por ahí, a ver si encontraba "algo", sabía de sobra que a esos lugares iban personas potencialmente peligrosos, pero no les temía, de hecho yo me crié en un infierno y sobreviví, la oscuridad te consume si le dejas hacerlo, puedes luchar contra ella o unirte a ella.