Feel my soul (Terminada)

Mi amiga

Esther se queda mirando a Emma, que está observándonos a distancia.

- Ella es tu amiga de la que siempre habla Lily, ¿verdad? -

- ¿Emma? -

- Nunca me dijo el nombre, pero sí una descripción detallada de ella -

- No sabía... -

- Se supone que no debería decirte. Es muy bonita ¿no? -

- Tiene novia -

- También tú - me dirige la mirada.

- Ya te veo más tranquila -

- Supongo que lo estoy -

- ¿Quieres que te acompañe? -

- No, así estoy bien. Ya les he quitado mucho tiempo -

- Tengo tiempo de sobra... Jamás creí que te vería de esta forma -

- Bueno... - se levanta de su lugar - Pues no te acostumbres, sigues siendo un mocoso odioso que no tiene cerebro -

- Y ya regresó - me digo para mis adentros.

- ¿Qué dijiste? -

- Nada, nada -

- Bien, nos vemos Dan... Y para asegurarme de que la pases mal - me toma del rostro y me besa en la mejilla.

Camino donde está Emma, sentada sobre su patineta mientras cuida la mía. Me agacho enfrente de ella.

- ¿Ya nos vamos? - le digo con una sonrisa.

- ¿Quién era ella? - me pregunta ligeramente seria.

- Una amiga -

- ¿Que quería? -

- Buscaba a alguien quien la consolara -

- ¿Por qué te besó la mejilla? -

No esperaba esa pregunta, ni siquiera yo sé la respuesta, no me odia pero, tampoco le caigo bien del todo. Nunca le han caído bien los novios de Lily y supongo que yo no soy la excepción. Aunque hoy estuvo diferente... Debe ser porque estaba triste.

- Porque... Bueno... La razón es porque... La verdad no tengo idea - ella se ríe, supongo que le dió gracia mi rostro.

- Está bien. Sé que no me mientes -

- ¿Y cómo sabes? -

- Tú cara es única, sobretodo cuando estás confundida -

- Bien, ¿vamos a casa? Tengo mucha hambre... Y todo está oscuro - digo fingiendo que tengo miedo.

- Apenas está anocheciendo -

- Tenemos tiempo, vámonos - agarro mi patineta.

Emma se levanta y nos dirigimos a mi casa. Al llegar escuchamos algo que no es muy favorable de oír, sobretodo si proviene de mi habitación.

- Ah... Kai... Mmmmm... ahh... -

Abrimos lentamente la puerta y vemos a Kai manoseando y besando a Kris que ya está sin playera.

- ¡Kai! - grito al ver que lo hacían en mi cama.

- ¡Aaahh! - gritan los dos del susto.

- ¿¡Qué rayos creen que hacen en mi habitación!? -

- Las estabamos esperando y... - responde Kai pero se le queda mirando a Kris.

- No sigan, Kris, hazme un favor y ponte la camiseta. Y tú Kai... - me voy al comedor sabiendo que el coraje me invadía.

- Tienes que calmarte - me dice Emma mientras me abraza por detrás.

- No me molesta que se hagan esas cosas, pero me molesta que lo hagan en mi cuarto -

- Entonces, cálmate, y vamos a decirles eso -

Salen Kris y Kai de la habitación.

- Dan, en verdad lo lamento, traté de detenerlo pero... - dice Kris.

- No hay problema Kris, ¿y a qué vinieron a mi casa? -

- Ah, tu madre nos llamó - dice Kai.

- Nos dijo que preparó pastel y pues... - dice Kris aún recordando.

- Sin dudar venimos hasta aquí - interrumpe Kai.

- Pero dijo que tenía que hacer unas cosas y nos dejó aquí solos - explica Kris.

- Y llegaste aquí - concluye Kai.

- Se los dejo pasar esta vez... Pueden retirarse -

- Pero creímos que... - dice Kai confuso.

- He dicho que pueden retirarse - digo siendo algo intimidante.

- Vámonos Kai - Kris lo toma de la mano y salen de la casa.

El silencio invade la casa quién sabe por cuánto tiempo, sé que es poco lo que transcurre, pero se siente eterno, como si este momento no...

- Me iré a dormir Dan - me agarra de las manos y me besa en la mejilla.

- ¿Te puedo acompañar? - cambio a un gesto más tierno.

- Es tu cama de todos modos -

- No me hables de esa forma - hago pucheros y ella sonríe.

- Esas no son cosas de un caballero -

- Lo es cuando la princesa es mala -

- ¿Yo soy la mala? Mira quién habla, ¡Me ibas a obligar a regresarme sola! -

- Perdón - digo como niño chiquito.

- Te andas comportando muy infantil -

- Tú eres la infantil -

- Me iré a dormir -

- Espera... -

La sostengo y la agarro con fuerza, no puedo verla pero su respiración lo dice todo...