Capitulo 17

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Camila: Oh, amm. Sí. No, tienes razón.

-¿La tengo? –Pregunté confundida–

Camila: Sí, sí. Tienes toda la razón.

Se alejó de mí lentamente y caminó del otro lado de la habitación.

Camila: Sí, deberíamos sólo... ya sabes, ir más lento, no apurar las cosas. Ya sabes, no queremos que sea cliché.

Comenzó a hablar apresuradamente, mientras caminaba de un lado a otro y sabía que iba a comenzar a divagar pronto.

-Sí, los clichés son lo peor –le di la razón–

Camila: Esa gente que dice, "Esos adolescentes con las hormonas revolucionadas. No pueden controlarse" Es como, vamos... Sí, sí podemos controlarnos. ¡Una mierda, no somos conejos!

-Definitivamente no somos conejos –Acepté una vez más–

Camila: Somos totalmente capaces de tomar decisiones inteligentes y racionales.

-Creo que estamos tomando una ahora.

Camila: Así es. Esto es bueno. Es mejor.

-Mucho mejor. Me alegra que concuerdes.

Camila: Concuerdo totalmente.

-Bien. También yo.

Ambas nos detuvimos y nos miramos fijamente. Sus ojos marrones lucían más oscuros que casi parecían irreales. La cantidad de deseo y lujuria que había en ellos era demasiada para ignorarla.

-A la mierda –exclame y negué con la cabeza–

Ella corrió hacia mí y envolvió sus piernas alrededor de mi cadera. Rápidamente nos guié hasta la cama y la deje caer con mi cuerpo sobre ella, mientras besaba su cuello.

Ella se apresuro a quitarme la camisa y levante mis brazos para hacerlo más fácil. Revelando así mi sujetador negro. La prenda voló y cayó en alguna parte de la habitación. Rápidamente ella giro, poniéndome sobre mi espalda con ella sobre mí esta vez.

Quité su camisa y la aventé a algún lugar del suelo. Su sujetador rojo me hizo delirar. Acaricié lentamente sus costados y bese su cuello, mientras volvía a girar una vez más.

-Amm... Camz, no estoy segura de cómo hacer esto. ¿Debería?

Camila: Bien, ¿qué?

-No lo sé... bueno, ¿qué te gusta?

Camila: Bueno, no lo sé –respondió tímidamente–

-No, no. Está bien. Eso es genial. Eso significa que ninguna pensó que íbamos a tener sexo hoy.

Camila: Es genial que hayas pensado eso.

-Claro, no. Definitivamente no pensé en ello. Nunca paso por mi mente.

Mis manos temblorosas acariciaron su abdomen y llegaron al botón de sus shorts. Dudé unos momentos, en si debía desabrocharlos o no.

Camila: Quítalos –me animó–

Lentamente lo desabotoné y ella levanto sus caderas para que fuese más rápido sacarlos, dejándome así sin respiración. Apreciar su cuerpo semidesnudo, sólo cubierto con su ropa interior roja me hizo tener palpitaciones.

Camila: ¿Disfrutando de la buena vista? –bromeó nerviosamente–

-Definitivamente.

Me incliné para besarla una vez más, mientras mis manos vagaban tímidamente por su cuerpo.

The First Time (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora